Navarra pondrá en regadío más de 74.000 hectáreas de secano en los próximos años
Más de 74.000 hectáreas de terreno de secano, distribuidas en 15 áreas de actuación, se convertirán en regadío en Navarra en un plazo de 12 a 15 años, según prevé el denominado Plan Maestro para la Optima Utilización de los Recursos de Agua y Suelo en la Zona Meridional de Navarra, aprobado por el Gobierno de esta comunidad. La puesta en práctica de este estudio, encargado en 1982 a técnicos israelíes, y que es una de las prioridades del nuevo Gobierno socialista navarro, supondrá un coste de casi 25.000 millones de pesetas, cantidad a la que hay que añadir otros 4.500 millones correspondientes a las inversiones que realizará cada agricultor en de sus parcelas.El citado plan, aprobado por la Diputación Foral de Navarra, contempla el estudio de una superficie total de 460.000 hectáreas, de las que 74.145 pueden convertirse en regadío mediante transciones a realizar en un plazo a 15 años, con una inversión total de 24.893 millones de pesetas. El coste medio por hectárea se estima en 371.000 pesetas. A estos casi 25.000 millones hay que añadir la inversión que debe hacer el agricultor dentro de su parcela a regar, y que se estima que puede ser del orden de 65.000 pesetas por hectárea, lo que supone un total de 4.360 millones de pesetas.
La realización de este plan fue acordada por la Diputación Foral de Navarra (Gobierno de esta comunidad) el 26 de agosto de 1982, y se encomendaron al Instituto Navarro del Suelo (INSSA), empresa pública de la propia diputación, los trámites para su adjudicación. El INSSA, por, su parte, firmó un contrato con Española de Desarrollo Financiero, SA, empresa de Madrid. En la elaboración del plan ha actuado comoconsultora la empresa israelí Balasha-Jalon, Consultores e Ingenieros. La empresa Potasas de Navarra, que cuenta con una larga experiencia en la construcción y mantenimiento de instalaciones de bombeo y conducción, ha ofrecido a la Diputación Foral parte de su plantilla, así como su oficina técnica para el desarrollo del citado plan.
Para llevar a cabo en un plazo de 12 a 15 años las transformaciones contempladas en el plan, la diputación ha decidido que el Servicio de Regadíos, dependiente de la Dirección de Agricultura y Ganadería, confeccione un calendario orientativo de las actuaciones necesarias. Asimismo ha encargado la preparación de una serie de estudios jurídicos a fin de realizar gestiones con los ministerios de Obras Públicas y Urbanismo y Agricultura, Pesca y Alimentación, de cara a una adecuada coordinación de las obras. De esta manera, la Diputación Foral de Navarra ha dado los primeros pasos para la puesta en práctica del plan, que afecta principalmente a la Ribera y zona media de Navarra.
El objetivo de este trabajo, el primero de estas características que se realiza en España, ha sido el de estudiar el aprovechamiento de los recursos de agua y suelo para cubrir las necesidades agrícolas mediante modernos sistemas de riego, todo ello dentro del marco de la política de desarrollo general y sectorial de Navarra, "teniendo en cuenta los legítimos derechos que actualmente tienen los ciudadanos sobre el suelo y el agua". El coste de este estudio le supuso a la diputación 50.200.000 pesetas.
Área del trabajo
El área geográfica que ha sido objeto de estudio por este plan es toda la zona meridional de Navarra, comprendida al sur de una línea imaginaria que recorriera el mapa partiendo de la sierra de Codes y atravesando las localidades de Estella y Mendigorria, el puerto de Carrascal y La Higa de Monreal, para concluir en la sierra de Leyre. El trabajo elaborado se divide en cuatro grandes apartados: estudio de recursos y de las condiciones, planificación familiar, el plan maestro y estudio en detalle de la margen derecha del Ebro. En la parte del trabajo destinada a estudio de los recursos y de las condiciones existentes se abordan además las instituciones, leyes y planes de desarrollo.Respecto a la segunda parte, la denominada planificación familiar, los terrenos con potencial de mejora y transformación en regadío se agruparon en 15 áreas, las cuales a su vez se dividieron en zonas de desarrollo principal -aquellas más homogéneas que tienen el origen, del agua más próximo y la climatología más adversa- y zonas de desarrollo secundario -en las que el área es más dispersa, presentan mayor dificultad para acceder al agua y, por encontrarse más al Norte, la pluviometría es superior-. De esta división se obtuvieron siete áreas de desarrollo principal, que comprenden 5 l.ó95 hectáreas, y ocho áreas de desarrollo secundario, con 18.050 hectáreas (por dispersión, dificultad en agruparlas y llevar el agua no se han considerado unas 5.000 hectáreas).
Los principales criterios que definen las soluciones propuestas en el plan maestro, y que se recogen en la tercera parte del trabajo, son los suelos de secano y regadío, recursos hidráulicos (el plan se basa en los caudales de agua existentes y disponibles, con capacidad de aprovechamiento inmediato, de forma que se asegure la posibilidad de incorporación de recursos de agua adicionales, como pueden ser las aguas subterráneas) y, finalmente, la planificación agrícola, que está basada en la explotación familiar como unidad de producción y en el desarrollo del área como solución regional. Según el plan maestro, la planificación debe basarse en cultivos y cosechas aptas para su buena comercialización, teniendo en cuenta las limitaciones de mercado existentes para las hortalizas, frutas, forraje y cultivos industriales.
Áreas de desarrollo principal
Las siete áreas de desarrollo principal, que suman 51.095 hectáreas, son las de Viana, Tafalla, Villafranca, El Plano, Valtierra, Corella y Cascante. Tienen un coste de transformación de 19.671 millones de pesetas, estando incluidas en esta inversión las estaciones de bombeo, recrecimiento de embalses existentes, depósitos operativos y red principal de suministro, así como la secundaria. El precio medio de transformación por hectárea sería en esta zona de 385.000 pesetas. Sorlada, Los Arcos, Villatuerta, Sesma-Lerin, Arga, Cidacos, Aibar y Loma Negra son las áreas de desarrollo secundario. Su coste de transformación se estima que asciende a 5.221 millones de pesetas, incluyendo en esta cantidad las estaciones de bombeo, conducciones principales y secundarias y depósitos operativos. El coste medio por hectárea supondría 324.740 pesetas.
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