Pujol y Garaikotxea reclaman un cambio que la política autonómica del Gobierno

C. PASTOR / F. JÁUREGUI Los resultados electorales catalanes -aplastante victoria nacionalista sobre los socialistas, y retroceso de Alianza Popular- repercutirán tanto en la política general española como en la interna de los partidos en liza. Jordi Pujol y Carlos Garaikoetxea coincidieron ayer en reclamar un cambio en la política autonómica del Gobierno del Estado, mientras la patronal, satisfecha por la derrota socialista, se plantea ahora la disyuntiva de apostar por el futuro de Fraga o por el de la operación reformista del tándem Garrigues-Roca. Los socialistas catalanes abren un período de reflexión sobre sus errores, Pujol prepara su nuevo Gobierno -del que estarán ausentes algunos consellers- y en el PDP se levantan críticas a la imagen de Coalición Popular en estas elecciones. Unió Democrática tendrá la presidencia del Parlament, pero quiere a ERC en el Gobierno.

El presidente Jordi Pujol, vencedor por mayoría absoluta en las elecciones catalanas del pasado domingo, y el lendakari vasco Carlos Garaikoetxea coincidieron ayer en reclamar del Gobierno central un cambio profundo en su política autonómica, a la vista del éxito electoral de los nacionalistas -Cataluña, que sigue a la victoria del Partido Nacionalista Vasco en Euskadi el 26 de febrero. Pujol declaró ayer que estaba abierto al diálogo con el Gobierno pero añadió que sus críticas a la política autonómica del Gabinete socialista no era un simple recurso de campaña electoral, y llamó la atención sobre la renegociación de las cláusulas financieras del Estatuto, que es "primer problema con que nos encontraremos ahora".Garaikoetxea, por su parte, declaró que el revés de los socialistas responde a los errores que el Gobierno de Felipe González ha cometido en su política autonómica, que califica de desastrosa. El lendakari afirmó que "si hay un sentido democrático en el Estado español y de respeto a la voluntad popular, puesta de manifiesto en las dos nacionalidades históricas, es necesario un golpe de timón". Garaikoetxea tendrá la oportunidad de plantear a Felipe González el cambio de la política autonómica en la entrevista que pronto mantendrán en Madrid ambos dirigentes.

El vicesecretario general del Partido Comunista de España, Enrique Curiel, también sacó lecciones del resultado electoral catalán: la necesidad de que el Gobierno reflexione y cambie su política socioeconómica. Según el comunista, el electorado de izquierdas de Cataluña ha rechazado la política de los ministros Carlos Solchaga (Industria) y Miguel Boyer (Economía). Curiel reconoce que los comunistas no han sabido o no han podido recuperar y recoger el voto obrero descontento con la gestión socialista. Dirigiéndose a la escisión prosoviética, invitó a Ignacio Gallego y a sus seguidores a volver al PCE tras su fracaso en Cataluña.

Telegrama del Rey

Pujol recibió un telegrama del rey Juan Carlos en el que le expresaba muy cordialmente su "sincera felicitación por el brillante éxito que habéis obtenido en las elecciones". Por la tarde se reunió informalmente con los consellers del Gobierno saliente, algunos de los cuales, como Max Cahner o Agustí Carol, no es probable que repitan. En sus declaraciones por la televisión catalana dijo, con sarcasmo, que "estaba muy agradecido" a Alfonso Guerra, "que puede venir siempre que lo desee para hacer el papel que hace". También Jorge Verstrynge "nos hace mucho favor viniendo a hacer campaña electoral aquí".

Unió Democrática de Catalunya (UDC), el partido democristiano que forma parte de Convergència i Unió, propondrá a Jordi Pujol la inclusión de Esquerra Republicana en el próximo Gobierno de la Generalitat aunque sus votos no sean necesarios en el nuevo Parlament, según fuentes de la dirección de aquel partido. Es poco probable, sin embargo, que Esquerra acepte la oferta, según dirigentes de esta formación consultadas ayer por EL PAIS y según admiten los propios proponentes. La oferta a ERC está bien vista en Convergència, aunque eso no significa que Pujol. la vaya a hacer suya. Ayer, en TV-3, el presidente de la Generalitat manifestó que era prematuro definirse al respecto, aun que declaró que agradecía a ERC "su actitud constructiva y muy estabilizadora de la política catalana" y destacó las coincidencias entre ambas fuerzas nacionalistas. Pujol repitió que su Gobierno estaría abierto al diálogo con todas las fuerzas políticas.

La inclusión de Esquerra en el nuevo Gabinete Pujol busca ampliar su base nacionalista, con la que CiU mantiene buenas relaciones e innegables coincidencias. De esta forma se evitaría que Heribert Barrera, desde la oposición, levantara una bandera nacionalista radical que pudiera perjudicar electoralmente a Convergència i Unió dentro de cuatro años. Esta estrategia, sin embargo, es contradictoria con la que se perfila en Esquerra, que prefiere situarse en la oposición para desde allí intentar crecer a costa de los socialistas. Los dirigentes republicanos consultados ayer calificaron de "absurdo" este "regalo convergente", porque al, no necesitar Pujol sus votos estarían totalmente supeditados a Ciu.

Esquerra, que ha perdido su único escaño en Tarragona en beneficio de CiU e incluso tiene en peligro el de Lérida, se puede encontrar con la imposibilidad de formar grupo parlamentario, si se queda con cuatro diputados. Dirigentes de CiU señalaron ayer que no tendrían ningún inconveniente en prestarles uno o dos diputados para que Barrera pudiera formar grupo propio. Esta oferta, en caso de ser necesaria, no será rechazada por Esquerra, que hizo lo propio en el Congreso de los Diputados en beneficio de la Minoría Catalana.

"Entre el 25% y el 30% de los votos de Convergéncia i Unió estarán con nosotros en unas elecciones generales", declaró el presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga, poco después de conocer el resultado de la votación autonómica catalana. Fraga, quien admitió que esperaba cifras "algo mejores" para Coalición Popular, consideró que su Coalición está "condenada a entenderse" con los nacionalismos que defienden un mismo modelo de sociedad.

El PDP critica a Bueno

El líder de AP se mostró, pese a todo, satisfecho con los resultados obtenidos en Cataluña: "Nos hemos consolidado como la tercera fuerza, tendremos un grupo parlamentario y asistimos al hundimiento definitivo de los comunistas y al descenso de los socialistas".

Pero el democristiano Partido Demócrata Popular, presidido por Óscar Alzaga y principal aliada de AP en Coalición Popular, mostraba su descontento de manera patente: "El resultado es claramente insatisfactorio", admitía un portavoz oficial. "Habrá que reorientar la línea política", reconocía Juan José Folchi, cabeza de candidatura del PDP. El próximo viernes se reúne la ejecutiva democristiana, en un encuentro que ha sido definido como "potencialmente importante cara a futuras decisiones que se puedan tomar". Varios dirigentes de PDP criticaron también en privado la elección de un candidato que, como Eduardo Bueno, "mostraba una excesiva impreparación política". Pese a todo, Fraga aseguró en la noche del domingo que mantendrá a Bueno al frente de AP en Cataluña. En el Espacio de centro, todo apunta a potenciar la operación reformista. Miquel Roca y Antonio Garrigues se reunirán la semana próxima.

PSOE: el viernes, análisis

Pedro Bofill, secretario de prensa de la Ejecutiva Federal del PSOE, negó que se hubiera producido un voto de castigo al Gobierno socialista. En su opinión, resulta simplificador extrapolar los resultados a nivel nacional, porque las elecciones son de naturaleza distinta. De todas formas, los resultados catalanes y sus repercusiones en la política general española, estuvieron presentes en la reunión que ayer mantuvieron el presidente González y el ministro de Defensa, el catalán Narcís Serra.

En el cuartel general madrileño del PSOE, en la calle de Ferraz, se destacaba ayer que los resultados habían sido mejores que en las elecciones autonómicas de 1980, pero, aunque no de forma oficial, nadie ocultaba la decepción con los mismos. Medios del PSC no excluían ayer sus críticas al tono de las intervenciones de Alfonso Guerra durante la campaña. Dirigentes socialistas insistían ayer en la necesidad de que, tanto el partido, ante la proximidad de su XXX congreso, como el Gobierno, "mediten" sobre la política autonómica a seguir.