El Gobierno establecerá contratos-programa para las empresas públicas que obtengan subvenciones

El Gobierno extenderá el régimen de, contratos programa a las empresas públicas que perciban subvenciones u otras ayudas financieras directamente de los Presupuestos Generales del Estado, lo que supondrá una importante novedad de cara a la elaboración de los correspondientes a los presupuestos de 1985.La estructura de los contratos programa se inspira en el sistema de planificación estratégica en vigor en las empresas del Instituto Nacional de Industria y del Instituto Nacional de Hidrocarburos, y constan de una memoria y de un convenio o contrato.

La memoria recoge un diagnóstico de la situación de la empresa, un análisis de las alternativas posibles y una descripción de la elegida, que sirve de base para el plan de la empresas y para el contrato programa. En el convenio se incluyen los objetivos a alcanzar en materia de producción, - productividad, precios y demás magnitudes imprescindibles, las medidas para alcanzar esos objetivos, la subvención de explotación necesaria para el período de reestructuración, las inversiones y su financiación y los mecanismos de seguimiento y control.

El Sindicato de Correos y Telégrafos de UGT ha manifestado al ministro de Transportes y Comunicaciones, Enrique Barón, su desacuerdo con la posible constitución de una Empresa Nacional del Correo, aislada de otros servicios y sectores rentables -como la Caja Postal-, ya que una decisión de este tipo, en opinión de este sindicato, llevará a los trabajadores de Correos y Telégrafos a una situación de marginación y empobrecimiento, "apresados por el déficit crónico de sus servicios por razones políticas y sociales".

Para el sindicato socialista, los servicios postales, si se quiere que mantengan su carácter social y que todo ciudadano tenga acceso a ellos, no podrá nunca generar beneficios, ni siquiera cubrir costes.

La configuración de la Caja Postal como sociedad anónima independiente no tendría sentido, según este sindicato, ya que generaría una confrontación innecesaria entre unos servicios y entidades que no deben ser contrapuestos, sino complementarios.