Las huelgas de Iberia

Con referencia al editorial publicado en el diario de su dirección el martes día 10 de abril de 1984, le ruego publique lo siguiente:1. La compleja situación creada en Iberia ante las pérdidas del ejercicio 1983 y el plan de saneamiento propuesto por el INI, en el que se recogía un considerable deterioro de las condiciones salariales, laborales y de empleo, ha sido contestado por los trabajadores con movilizaciones de rechazo hacia tan abusiva propuesta. Desgraciadamente, la justa oposición de éstos trabajadores ha encontrado escaso eco en los medios de comunicación, cuando no se ha intentado enfrentarlos y desprestigiarlos abiertamente ante la opinión pública.

2. Es falso e injusto tachar a los trabajadores de Iberia de "insolidarios privilegiados y poco austeros". Los trabajadores hemos aceptado en los cinco últimos años reducciones salariales importantes, en base a promesas de creación de empleo en nuestro país, que han reducido nuestro poder adquisitivo del orden de un 20%. Incluso en la negociación actual, aceptar el 6,5% propuesto por el Gobierno significa continuar aceptando dicha reducción. Por otra parte, el 85% de la plantilla de tierra tiene un abanico salarial entre las 50.000 y las 75.000 pesetas, que en absoluto se pueden contemplar como salarios de privilegio.

3. Las causas fundamentales de la situación económica de Iberia han sido abundantemente explicadas por diversos sectores en los últimos meses, entre ellos, por CC OO.

4. No es el deseo de los trabajadores de Iberia, ni de los sindicatos que los representamos, el recurrir a paros que causen perjuicios a nuestros usuarios, pues somos plenamente conscientes de nuestra función como servicio público. Sin embargon estamos seguros que una importante mayoría de los mismos entenderá que es la única salida que nos deja la cerrazón del INI y la dirección, no para conseguir mejoras, sino para defender nuestros puestos de trabajo, evitar que nos aumenten la jornada y no ser discriminados salarialmente con el resto del sector público, etcétera, así como para conseguir la financiación y responsabilidad económica que corresponde a la Administración.

Por último, sólo añadir nuestro rechazo a su línea editorial, manifiestamente parcial y tendenciosa, sugerirle que para una mayor objetividad, que no dudamos reclaman sus lectores, se informen de las opiniones de todas las partes implicadas y agradecerle la publicación de la presente contestación. /

Secretario General del Sindicato de Transporte Aéreo de CC OO de Madrid.