Agentes de la CIA a bordo de lanchas rápidas minan los puertos nicaragüenses

La Agencia Central de Inteligencia (CIA), de Estados Unidos, participa directamente en la colocación de minas en las aguas nicaragüenses, según confirmó el máximo responsable de los servicios de espionaje norteamericanos, William Casey, a los miembros de la comisión senatorial encargada de supervisar las operaciones en el extranjero. La información, publicada simultáneamente por dos de los más prestigiosos diarios norteamericanos, The Wall Street Journal y The Washington Post, confirma las acusaciones lanzadas ayer mismo por Managua y Moscú.

Daniel Ortega, principal dirigente de Nicaragua, y el diario soviético Pravda responsabilizan directamente a la Administración Reagan del minado de los puertos nicaragüenses, operación que ha afectado al menos a ocho navíos en los últimos dos meses, uno de ellos un petrolero soviético.Fuentes oficiales norteamericanas explicaron que las lanchas rápidas empleadas en la colocación de las minas operan desde un navío controlado por la CIA, y sus artífices son independientes de los contras que actúan desde Honduras y Costa Rica. Agentes de la CIA salvadoreños y de otras nacionalidades americanas -en ningún caso nicaragüenses- integran las unidades encargadas de sabotear el tráfico de los barcos que surten de petróleo a Nicaragua o los mercantes que exportan café u otros productos.

Las minas son de las denominadas acústicas: hacen explosión en respuesta al ruido de los motores del barco que se acerca.

Daniel Ortega se refirió en la noche del viernes (de madrugada en España) al minado de los puertos, acusando sin paliativos a Estados Unidos, al igual que hace hoy el diario soviético Pravda. En un editorial adelantado ayer por la agencia Tass, el órgano oficial del Partido Comunista de la Unión Soviética acusa a Washington de practicar terrorismo de Estado contra Nicaragua, y a la Administración Reagan de estar decidida a bloquear cualquier acuerdo pacífico en Centroamérica.

La confirmación de que la CIA hace la guerra por su cuenta a los sandinistas coincide con la participación de 8.000 contrarrevolucionarios en "la mayor ofensiva lanzada hasta ahora por el Gobierno de Estados Unidos" contra Nicaragua, desde Honduras y Costa Rica, según reveló el propio Ortega en su discurso radiotelevisado.

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