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Los nombres de siete disidentes, incluídos en la edicion soviética de una novela de Clarke

Los aficionados soviéticos a la fantasía científica encontraron su ejemplar semanal de una importante revista del género más jugoso que de ordinario, al comprobar que el capítulo de la última novela del autor británico Arthur C. Clarke incluía los nombres de 7 disidentes condenados por la justicia.Se trata de la novela 2010: odisea dos, de Arthur C. Clarke, publicada en Occidente en 1982, continuación de otra obra del mismo autor -2001, odisea en el espacio-, convertida en guión cinematográfico, que relata una misión conjunta de Estados Unidos y la URSS al planeta Júpiter.

El libro está dedicado conjuntamente al cosmonauta soviético Alexei Leonov y al científico Andrei Sajarov, desterrado como disidente. Ambas referencias no escaparon a la atenta mirada de los censores, pero no ocurrió lo mismo con una indicación mucho más sutil. La publicación por capítulos de la novela, acaba de empezar en la revista mensual Tecnología para la juventud, y en la misma se da la circunstancia de que los nombres que Clarke atribuye a la tripulación soviética son también los de conocidos disidentes de la Unión Soviética por motivos políticos.

Los personajes de Clarke tienen nombres de pila diferentes, e incluso uno de ellos corresponde a un sexo diferente del que tiene en la realidad, pero los intelectuales soviéticos, habituados a leer entre líneas, han advertido enseguida la sutileza del escritor británico.

Los siete nombres originales eran: Yuri Orlov, científico, internacionalmente conocido como fundador del grupo dedicado a seguir las actividades del grupo de defensa de los derechos humanos creado en Helsinki, el cual fue liberado de la cárcel, para proseguir su condena en un auténtico exilio interior, desde hace unos meses, después de padecer siete años de condena en campos de trabajo; Leonid Ternovski, médico, perteneciente al mismo grupo de Helsinki, que ha cumplido una condena de tres años; Viktor Brailovski, experto en computadoras que vive en el exilio en Asia central; Ivan Kovalev, ingeniero, miembro del grupo de Helsinki, que ahora cumple una condena de siete años; Anatoli Marchenko, un obrero que ha pasado 18 años en campos de trabajo, donde prosigue su condena; Mykola Rudenko, miembro de la división ucraniana del grupo de Helsinki, que está próximo a terminar su reclusión en un campo de concentración antes de ser enviado a ese exilio interior que es la residencia forzosa; y Gleb Yakunin, sacerdote, que ha cumplido cinco años de cárcel acusado de hacer propaganda antisoviética. Todos estos nombres no son muy conocidos en la Unión Soviética, pero todos en cambio han sonado en la prensa occidental.

Sajarov, censurado

Arthur Clarke, que vive actualmente en Colombo (Sri Lanka) y cuyo modo de vida se refleja en uno de los personajes del libro, no ha querido hacer comentarios sobre su elección de estos nombres para la ficción de su libro. Clarke ha declarado que él "no quiere causar problemas a sus amigos rusos, ni al director de la revista que ha publicado su libro". Añadió que se sentia "muy feliz por la publicación de su obra en la URSS".En la oficina editorial de la revista, un portavoz que no quiso ser citado sugirió que todas las preguntas debían ser trasladadas al director. Una fatografia de Clarke junto a un traje espacial, realizada cuando el escritor visitó el centro espacial soviético en 1982, aparece junto al texto de su obra en ruso.

La última parte de la publicación por capítulos de la obra de Clarke, se abre con un comentario de Leonov, cosmonauta, amigo de Clarke, que agradece al autor que use su nombre para bautizar el aparato espacial que aparece en el libro.

Pero el nombre del otro ruso a quien también se dedica el libro -Andrei Sajarov- ha sido cuidadosamente eliminado del texto. Clarke había llamado el sistema de propulsión del aparato espacial con el nombre de Andrei Sajarov, premio Nobel que trabajó en el programa atómico soviético pero que cayó en desgracia cuando se dedicó a la causa de los derechos humanos. Ahora vive, desterrado, aislado y enfermo en la ciudad industrial de Gorki.

En el libro de Clarke, el astrónomo norteamericano a bordo dice al astronauta Vasili Orlov: "Así que ésta es la famosa fuerza de Sajarov... Espero que funcione". "Debe hacerlo. Si no, el Ayuntamiento de Gorki cambiará el nombre de la plaza Sajarov de nuevo", replica Orlov. En la versión rusa, estemísmo diálogo es así: "Así que éste es su famoso motor...". El resto está cortado.

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