Richard Burt afirma que la URSS tiene 42 bases de misiles SS-20, con un total de 378 cohetes

La Unión Soviética cuenta en la actualidad con 42 bases de misilesnucleares SS-20, es decir, con 378 cohetes de este tipo, equipados cada uno de ellos con tres cabezas nucleares. Otras tres bases están siendo construidas, una de ellas al oeste de los Urales. Así lo manifestó ayer en Bruselas el norteamericano Richard Burt, presidente del grupo consultivo especial de la OTAN, que ayer celebró una reunión en la capital belga.

Burt instó a la URSS a volver a la mesa de negociaciones en Ginebra, donde las dos superpotencias negociaban, hasta la retirada de Moscú a finales del pasado año en el doble frente de los euromisiles (INF) y de la reducción de armas nucleares estratégicas.Entre otros datos, Burt reveló que los soviéticos disponen de 4.000 cabezas nucleares en Europa oriental, fuera del territorio de la URSS la OTAN dispone de unas 6.000 en Europa). Burt manifestó, además, que se había producido un importante despliegue adelantado, partiendo de bases en la URSS, de misiles SS-20 en la República Democrática Alemana y en Checoslovaquia. Estos misiles tienen un alcance de unos 900 kilómetros.

Llamamiento a la URSS

Burt señaló que EE UU someterá próximamente un anteproyecto de tratado para la supresión total de las armas químicas en el marco de la conferencia sobre el desarme en Ginebra. Por su parte, los ministros de Asuntos Exteriores de la CEE, que no se ponen de acuerdo sobre sus propios problemas, reactualizaron y publicaron ayer una serie de declaraciones sobre política exterior que abortaron con el reciente fracaso de la cumbre europea de Bruselas. En lo referente a las relaciones Este Oeste, los diez apelan a la URSS para que coopere. en un progreso real hacia una verdadera distensión fundada sobre el equilibrio de las fuerzas y se pronuncian a favor de un diálogo constructivo con la IURSS y sus aliados en "todos los campos concretos".

En cuanto a la guerra Irán-Irak, los diez expresan su "emoción" ante las alegaciones sobre el uso de las armas químicas y piden que ambas partes se sometan a las resoluciones de las Naciones Unidas. Poco nuevo aporta la declaración sobre Líbano, ya que reitera la necesidad de la independencia, soberanía e integridad territorial del país, esperando que tras la conferencia de Lausana se progrese en la vía de la reconciliación. La CEE se muestra dispuesta a "participar activamente, llegado el momento, en la reconstrucción de Líbano".

Oriente Próximo es una cuestión en la que los diez poco de nuevo tienen que señalar, insistiendo en el derecho a la existencia de todos los Estados de la zona, la autodeterminación del pueblo palestino y la participación de la OLP en cualquier negociación para resolver la situación. El texto sobre América Latina resalta la satisfacción de los diez tras la restauración de la democracia en Argentina, esperando que este ejemplo sea seguido por otros países. Finalmente, los diez apelan a Ankara para que dé marcha atrás en su decisión de reconocer a la República Turca de Chipre del Norte.