Alfonsín llama a la unidad de los argentinos y a la integración de los países latinoamericanos

Una nueva convocatoria a la unión nacional de los argentinos y a la integración latinoamericana lanzó el viernes por la noche el presidente Raúl Alfonsín. En el marco de una concentración partidaria que reunió a más de 60.000 personas frente a los balcones de la Casa Rosada, la sede del Gobierno, Alfonsín señaló que "es necesaria una empresa heroica de los argentinos que no puede ser llevada adelante por un solo sector ni político ni ideológico ni social".

En el que fue, quizá, el más prolongado, claro y preciso discurso político de su breve mandato, el presidente argentino no dejó ningún hilo suelto en la descripción de la situación política internacional, y en particular del momento que atraviesa el país. Una vez más, Alfonsín logró ponerse por encima de los intereses de partido y convirtió el acto organizado por la Unión Cívica Radical para festejar los 100 días de Gobierno y de vigencia del Estado de derecho en una jornada memorable para la sociedad civil. Hablando siempre a "los argentinos", el presidente trazó en síntesis las razones esenciales de los conflictos Este-Oeste y Norte-Sur para ubicar dentro de ellos la gravísima situación económica y social que sufre el país. "Estoy seguro de que todos, sin distinción, comprenden o presienten que estamos ante una hora decisiva para la nación, para la definición de nuestro futuro". Por primera vez Alfonsín se preocupó en señalar con algunos indicadores económicos el cuadro de "extrema pobreza" en el que se encuentra el país, y pidió el esfuerzo de todos para superar "las discusiones estériles". En el tramo más ovacionado de su discurso, Alfonsín explicó cómo el radicalismo y el peronismo, cada uno a su tiempo, habían luchado en este siglo contra ese modelo dependiente junto con los socialistas y democristianos para concluir luego en un renovado llamado a la unión nacional "entre todos y sin excepción".Ese concepto central del mensaje presidencial se repitió hasta el final, en el que retomó una frase de su campaña electoral, aquélla que decía "ahora, Alfonsín", para darle una nueva interpretación "y cuando alguien venga con su palabra confusa, con su ademán violento a dividirnos, digámosle sencillamente: ahora no; ahora, todos; ahora, juntos; ahora, Argentina".

El mensaje, retransmitido en directo por la cadena nacional de radio y televisión, fue muy bien recibido por los dirigentes y líderes de los más diversos sectores políticos y sociales. El Consejo Nacional del Partido Justicialista, el órgano máximo del peronismo, postergó hasta el miércoles próximo la difusión del documento que estaba preparando con motivo de los primeros 100 días de Gobierno. El mensaje integrador de Alfansín va a ser contestado en los mismos términos por la oposición, y las críticas se reducirán a la política económica y laboral del Gobierno.

El festejo de los primeros 100 días de democracia en Argentina continuó durante toda la noche por las calles de la ciudad. La multitud se disolvió sin incidentes, y los cantos partidarios iniciales fueron reemplazados por otros en los que se atacaba sólo a la dictadura militar y a la oligarquía. Raúl Alfonsín fue despedido con un coro que repetía la consigna que él mismo alentó desde los balcones del ayuntamiento el 10 de diciembre del año pasado, cuando asumió la presidencia: "El pueblo unido jamás será vencido".