El Gobierno colombiano impone el estado de sitio en el sur del país tras un ataque guerrillero
El Gobierno colombiano implantó ayer el estado de sitio en todo el sur del país, tras el sangriento asalto de la ciudad de Florencia por una nutrida columna de guerrilleros del Movimiento Diecinueve de Abril (M-19). Al menos 20 rebeldes murieron en el ataque, se gún el saldo inicial facilitado por e Ministerio de Defensa, que no confirmó, sin embargo, la muerte anunciada por otras fuentes, de varios soldados y civiles.El presidente de Colombia, Belisario Betancur, decidió el estado de sitio después de consultar con el Consejo de Estado y tras una reunión extraordinaria del consejo de ministros. Las provincias bajo el estado de excepción son las de Caquetá (de la que es capital Florencia), Huila, Cauca y Meta.
La columna guerrillera, integrada por unos 135 hombres, combatió durante varias horas en el centro de Florencia -ciudad de 45.000 habitantes situada a unos 500 kilómetros al sur de Bogotá- contra fuerzas de la policía y el Ejército, que utilizaron helicópteros. Los rebeldes liberaron a 158 presos de la cárcel de la ciudad.
Este ataque es la primera operación de relieve llevada a cabo por el M-19, la más importante organización guerrillera del país, desde que el presidente Belisario Betancur propuso a la guerrilla deponer las armas. En noviembre de 1982 Betancur levantó el estado de sitio y promulgó una ley de amnistía, a la que se acogió un millar de guerrilleros de un total aproximado de 7.000. El pasado 20 de febrero, el Gobierno insistió en su llamamiento al diálogo. Hace una semana, el M-19 rechazó esta última propuesta y anunció la reanudación de, la lucha.
Según las informaciones de las cadenas de radio colombianas,los guerrilleros, unos 130 en total, llegaron camuflados a la ciudad y atacaron la cárcel, las guarniciones del Ejército y la policía los bancos locales y las oficinas de la empresa de telecomunicaciones. Cinco horas después del asalto se seguía combatiendo en algunas calles, aunque numerosos guerrilleros habían abandonado la ciudad en autobuses.
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