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El futuro del mundo editorial

270.000 folios en un disco compacto

Akio Morita, presidente de la compañía Sony, de Japón, habló ayer en el 22º Congreso de la Unión Internacional de Editores acerca de las tecnologías del mañana. Con la misma calma de un abuelo contando cuentos a su nieto, Morita extrajo del bolsillo de su chaqueta un pequeño disco de material plástico, de menos de 10 centímetros de diámetro, para contar que ese disco-compacto es el motivo actual de investigación en su empresa. Se llama CR-Rom y puede contener en un solo lado 550 millones de caracteres alfanuméricos, lo que quiere decir unos 270.000 folios escritos a máquina o 15.000 imágenes gráficas. Esto, explica Morita, es lo que no puede hacerse con los medios impresos. Insistió que los modernos medios electrónicos nunca suplantarán al libro, sino que, al contrario, trabajan para aportar nuevas tecnologías que colaboren a su producción. Con el apoyo de la industria electrónica, la industria editorial podrá crecer cada vez más. La electrónica está al servicio del libro, no para reemplazarlo. El disco CR-Rom es leído dígito por dígito por un rayo láser, y de ahí su gran capacidad de información.Resaltó el error de muchos editores, que insisten en ver los medios electrónicos como enemigos del libro. Los medios más modernos, como el disco-compacto, permitirán una gran ayuda a la edición, entendiendo a ésta en un sentido moderno y amplio. Cualquier diccionario, enciclopedia y obra de consulta podrá estar en la pantalla de los televisores con facilidad y con un coste ínfimo. Esto tiene especial importancia en la información cotidiana. Cualquier periódico puede ofrecer información, pero hoy el problema no es producirla, sino cómo seleccionarla para tener acceso a ella. Los medios presentados permiten eso, tener acceso inmediato a lo necesario en forma instantánea.

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En cuanto al coste del nuevo disco, éste será -igual que los aparatos reproductores- un 50% más caro que los discos de música tradicional, pero como los materiales que se utilizan son pocos y económicos, en cuanto la producción sea masiva el presidente de la Sony estima que serán incluso inferiores.

En cuanto a los países subdesarrollados, Morita aconsejó que no deben quedarse atrás y tienen que seguir el desarrollo de todos los medios. Hay casos incluso como en Asia -Corea y Taiwán- donde han llegado a desarrollar tecnologías que ya están compitiendo con Japón, como en la producción de televisores en color.

El libro no va a desaparecer, pero el libro como libro de papel puede tener opciones adicionales, y ésas son las que están aportando las industrias electrónicas. Morita comentó que Sony todavía no había llegado a imaginar un aparato electrónico que contenga toda esa información y sea tan práctico y portable como un libro. "Ésa es una de las características por las cuales el libro nunca desaparecerá".

Los editores de los países mas industrializados escucharon con atención, pero no parecían descubrir nada nuevo. Los de América Latina, en cambio, parecían admirados por los nuevos inventos, pero sabían que, a causa de la situación económica, quizá tengan que poner a funcionar otra vez las viejas linotipias.

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