Los peligros de la cultura subvencionada

Cuestiones como la propiedad intelectual, legislación sobre Seguridad Social y mutualismo laboral del escritor, la relación con las instituciones estatales y los problemas laborales del escritor son cuestiones para Enzensberger de gran importancia y que le parece "que se encuentran muy atrasadas a nivel legislativo en España".Con todo, Enzensberger ante el papel del Estado en el campo de la cultura se muestra desconfiado por su experiencia en la República Federal de Alemania. "Existe una gran desconfianza entre los intelectuales y el Estado. En mi país, sería impensable que un escritor se presentara a unas elecciones como en el caso de Carlos Barral. Y además, nuestros partidos políticos son de un conformismo absoluto, un conformismo que nace de la mentalidad del aparato del partido. El caso de Günter Grass, que estaba dispuesto a participar en cargos políticos con la socialdemocracia, no consiguió superar las barreras".

Sin embargo, no parece que en la situación presente las subvenciones a la cultura por parte del Estado puedan ser rechazadas. "En un estado europeo moderno es lógico asegurar una infraestructura: bibliotecas, teatros... Pero de ahí a la realización de estos proyectos siempre existen unos problemas de vehicular esta acción". El polifacético intelectual que es Enzensberger prefiere "la fuerza del mercado con su anarquía que permite o tiene la posibilidad de crear nuevos espacios de actuación, por minoritarios que sean".