La publicación de 'El Quijote' conmemora un hito la historia de la edición española
Se presenta hoy el libro número 1.000 de la colección de bolsillo de Alianza Editorial. Es la tercera de las colecciones españolas que supera la barrera de las cuatro cifras. Antes lo hicieron Austral, de Espasa-Calpe, y Libro amigo, de Bruguera, y, si se contabilizan los volúmenes en lugar de meramente los títulos, habría que incluir, entre las colecciones que superaron esa cifra, la extinta Universal, editada también por Espasa-Calpe y precursora de Austral.Hipólito Escolar, director de la Biblioteca Nacional de Madrid, recuerda en un artículo reciente que el primer libro de bolsillo fue una edición de Virgilio publicada en 1501 por el editor veneciano Aldo Manucio. Al recordar las características de aquella edición, Escolar escribe: "Además de manejables, resultaban baratos". Ciertamente, la reducida dimensión y el bajo precio son dos características constantes del libro de bolsillo. Sin embargo, falta a la edición de Virgilio una característica fundamental: la difusión masiva. Algo que no se alcanzaría hasta el siglo XX como consecuencia de la revolución tecnológica que modifica el mundo de la impresión en general, sobre la base de la extensión de la alfabetización, iniciada en los países desarrollados en el siglo XIX. Clarence Petersen, autor de una historia de la editorial Bantam, introductora de libro de bolsillo en los Estados Unidos, añade a estas notas la aplicación al mundo del libro de las modernas técnicas de venta.
En Inglaterra se había publicado en el siglo XVIII una curiosa colección titulada British Poets, a cargo de John Bell, que alcanzó un total de 198 títulos, publicados entre 1777 y 1782 y puestos a la venta al precio de ocho chelines. Sin embargo, pese a este intento y a otros registrados en la misma Inglaterra y en Francia, se acepta que la primera colección de bolsillo fue la Penguin Books inglesa, aparecida en 1935. Un cuarto de siglo después de su nacimiento, se habían vendido 150 millones de ejemplares y los libros de bolsillo llegaban a todas las partes del mundo ante el desgarro de lo que se ha dado en llamar los apocalipticos de la cultura.
La colección 'Universal'
Poco antes que la Penguin, en España había empezado a publicarse una colección que puede ser considerada perfectamente de bolsillo: la Universal. La dirigía el filósofo Manuel García Morente. Se vendía en librerías y por suscripción al precio de cinco pesetas mensuales, lo que daba derecho a 20 volúmenes, y era regalada a los suscriptores del diario El Sol. Entre los traductores de esta colección figuraban nombres como Fernando de los Ríos, Marquina, Rivas Cherif, Ortega y Gasset, Américo Castro y Manuel Azaña.
Universal murió durante la guerra civil, tras haber publicado más de un millar de títulos, entre ellos algunos tan curiosos y hoy difíciles de encontrar, como Patriarcha, de Filmer, una defensa del origen divino de la monarquía en general y de la inglesa del siglo XVII en particular. Los ingenieros, del escritor ruso Nikolai Garin, apareció con el número 1.000 de la colección. La obra pasó, como tantas otras, a formar parte de la colección Austral, iniciada en Buenos Aires durante los años de la guerra civil por Espasa-Calpe Argentina y publicada en España desde 1950. Austral lleva publicados hoy más de 1.600 títulos, con unas ventas globales de 60 millones de ejemplares, y ha originado una colección paralela, Selecciones Austral.
Ha habido otras colecciones de bolsillo en España, además de la de Alianza y Austral. En una aproximación somera y teniendo en cuenta únicamente las de amplio catálogo y años de historia, habría que citar la colección de Labor, que alcanzó algo más de medio centenar de títulos; la de Plaza y Janés, que se quedó sobre la mitad de esta cifra; y la formada por una agrupación de editores y distribuida por Ediciones de Enlace, que pervive situada sobre el título 550. Todas ellas presentan elementos claramente diferenciados. Labor, publicaba exclusivamente tratados y estudios; Plaza, narrativa, camino éste que sigue actualmente Libro amigo de Bruguera, pese a que en sus inicios la colección acogía también estudios y ensayos; las otras colecciones se han caracterizado por su carácter interdisciplinar, con predominio de los títulos clásicos en Austral y Universal. Ni en gallego ni en vasco hay colecciones de bolsillo equivalentes. En catalán, admitirían la clasificación de libro de bolsillo las colecciones El cangur y Les millors obres de la literatura catalana, si bien la especial situación del libro catalán hace que la primera, nacida en 1979, ande aún por el número 76 y la segunda haya cerrado la publicación de nuevos títulos en el 100.
La comparación de las cifras de las colecciones españolas con las extranjeras, no deja de dar la razón a quienes pregonan que en España se vende poco y se lee menos: a los 60 millones de ejemplaresvendidos por Austral, cabe añadir los 27 millones de ejemplares de Alianza y cifras indeterminables, pero netamente menores, en el resto de las colecciones. Cifras muy lejanas de los 150 millones de ejemplares vendidos por Penguin Books, sólo en sus primeros 25 años de historia; de los más de 400 millones de ejemplares anuales estadounidenses, o de los casi tres millones mensuales editados en la República Federal de Alemania.
La matización de estas cifras aporta datos igualmente llamativos. El libro de bolsillo más vendido en España, con más de un millón de ejemplares, es la traducción de Le petit prince aparecida en Alianza, seguida de El Qujote de Austral, que tiene unas ventas anuales de casi 100.000 ejemplares. A distancia, siguen a estos títulos las Rimas y leyendas de Bécquer (Austral, 500.000 ejemplares anuales), Sidharta, de Hermann Hesse (700.000 ejemplares, Bruguera), El árbol de la ciencia, de Pío Baroja (500.000 ejemplares, Alianza) y Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, que alcanzó los 350.000 ejemplares (Selecciones Austral). En lengua catalana, los libros de bolsillo más vendidos son Mecanoscrit del segon origen, de Manuel de Pedrolo (más de 100.000 ejemplares) y Croniques de la veritat oculta, de Pere Calders (60.000 ejemplares).
Predominio narrativo
Salvo en los casos ya citados de Labor y Plaza, que admiten ciertos paralelismos con las colecciones francesas Què sais-je y Le livre de poche, el resto son colecciones plurales en las que conviven la narrativa y la historia, la filosofía y la ciencia. Pero la mayoría de los títulos están, en general, dedicados a la narrativa. Así, en la colección de Alianza, sobre los 1.000 primeros títulos 510 son catalogados por los editores como "Literatura". El porcentaje "literario" es notablemente mayor en Austral, si bien se presenta desglosado en "novelas y cuentos" -título, por cierto, de otra de las colecciones de bolsillo habidas en España-, "clásicos", novelas policiacas, de aventuras y femeninas" y "teatro y poesía". La historia, la filosofía y las ciencias sociales siguen en volumen a la literatura de creación.
Si lo que se analiza es el idioma original de los textos, los resultados no son tan nítidos. El castellano es predominante en Austral y comparte el primer puesto con el inglés en Alianza y Bruguera.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.