Militares profesionales

En el mes de marzo de 1978 salió a la luz la ley 6/78, en la que se regulaba la situación de los militares profesionales de la República. Es una ley que logró y mantiene celebridad por ser tan incompleta, confusa y conflictiva para su aplicación, con el agravante de que, aparte esa serie de inconveniencias, se apuntillaba, limitándola al irrisorio plazo de un año para acogerse a sus beneficios.Al ser incompleta y de dispar interpretación, estuvieron obligados a conceder, por la ley 18/79, una ampliación, también breve, por otro año, pero sin haber subsanado los defectos, hasta que apareció la ley 10/80, de 28 de marzo de 1980, la cual modificaba y ampliaba la ley 6/78, pero con tiempo insuficiente, ya que el tope del plazo vencía en octubre del mismo año 1980.

Por varias circunstancias, en su mayoría ajenas a la voluntad de los interesados, muchos se vieron afectados con los rechazos por la triste y sistemática "inadmisibilidad por fuera de plazo".

Todo lo referido fue durante la legislatura de UCD; sin embargo, existe el reconocimiento de que algo habían hecho, por lo que muchos ya están disfrutando los beneficios de sus derechos.

Cuando el PSOE estaba en la oposición propuso y defendió en el Parlamento se reconociesen tales derechos a los militares profesionales. Durante la campaña electoral insistieron que iban a resolver y terminar con la discriminación existente.

Tendrán que reconocer que con sus promesas consiguieron muchos votos, y con tanta adhesión lograron el poder, y por mayoría absoluta.

Prácticamente nada han hecho de lo prometido, absolutamente nada, pero sí van dando largas al asunto, por lo que se deduce que las están introduciendo en el ya gran saco de los olvidos.

Lo incomprensible y reprochable es que reuniendo los testimonios de la profesionalidad, y con ellos los derechos, se imponga un plazo limitado y así poder cerrar y dar carpetazo.

Han transcurrido tres años y medio aproximadamente y permanece el plazo cerrado, por lo que se demuestra que no existen deseos de legislar ningún tipo de apertura para aquellos que reúnen todos los requisitos de profesionalidad.

Se pregunta al PSOE qué ha hecho de sus tan cacareadas defensas y promesas cuando estaba en la oposición.

Esta es una de las muchas y muchas decepciones y desengaños que se están llevando los que les impulsaron hacia el poder. ¿No les remuerde la conciencia? Con ello confirman que van tomando el camino opuesto al predicado. / C. Marqués.