¿Qué es España, señor Ferlosio?

Según pude ver, este pasado domingo, en televisión, el periodista Juan Luis Cebrián cree que Madríd es en estos momentos la punta de lanza de la cultura de toda España, y Barcelona ha dejado, hace años, de jugar ese papel y ha perdido la influencia de liderazgo que tenía en los movirnientos culturales, incluso sobre el mismo Madrid. No diré que no sea así, y les felicito, a los madrileños, porque así logran finalmente una capitalidad civil sobre su territorio nacional. Ahora bien, tengo que matizar que felicito también a los barceloneses, y me felicito con todos los catalanes, porque, si el señor Cebrián tiene razón, nuestra cultura ha podido dejar de aspirar a tener una resonancia en Madrid y en España, y debe preocuparse de consolidarse por sí misma y en sí misma; procurando, si acaso, hacer el intercambio con centros culturales de una punta de lanza más universal y más dispuestos a asimilar los valores que les ofrecemos y a darnos algo que esté auténticamente al día: Nueva York, Berlín, Roma y aun París reciben con buenos ojos a nuestros artistas plásticos, a nuestros músicos e incluso nuestra literatura. A ver si por este lado tenemos más suerte que la que nos había tocado tener hasta ahora. ( ... )En estas jornadas de Gerona sobre ¿Qué es España, como era de esperar, ha habido quien se ha equivocado de tema y ha empezado a conjeturar sobre qué es Cataluña. Éste ha sido el caso del español Rafael Sánchez Ferlosio, escritor, que nos ha querido descubrir que "el catalán está en una situación muy patética y ya sólo tiene 50 o 100 años de vida", y que "creo que los vascos y los catalanes, que ya no se dedican a otra cosa en este mundo sino a andar como perdigueros o pachones, con las narices día y noche en la entrepierna del pantalón de propios y extraños, se han ejercitado hasta tal punto en tales olfateos que son capaces de reconocer hasta un dieciseisavo de sangre bastarda -léase castellana- por una sola y exigua tufarada anal"; y aún lo remató asegurándonos que "para dejar de ser catalán son suficientes sólo dos horas de autogestión -es lo mismo que para ser del Barça: basta con cuestionarse ¿qué coño me importa a mí que haya perdido?".

Pero este intelectual del Jarama no nos dio la solución de qué se necesita para dejar de ser español. Claro que si no sabe ¿Qué es España?...

28 de febrero