El Departamento de Estado norteamericano deniega el visado al delegado olímpico soviético
El temido boicoteo soviético a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, que parecía olvidado tras el entendimiento entre los organizadores y las autoridades de la URSS, ha vuelto a reavivarse con la decisión del Departamento de Estado norteamericano de no conceder el visado al delegado soviético que debía instalarse en la ciudad por estas fechas a menos de 150 días tan sólo ya del inicio de los Juegos. Oleg Yermishkin, que debía coordinar la llegada e instalación del equipo de su país, ha sido acusado de ser un agente del KGB. La reacción de la URSS a este tema, tras el discurso de Chernienko del viernes, se aplazará por el sagrado fin de semana soviético hasta el lunes.
El Comité Olímpico Internacional, al igual que el organizador de Los Angeles, se encuentran a la espera de la reacción de la URSS, que podría volver a poner el peligro los próximos Juegos Olímpicos. Fuentes del COI hablaron de "consecuencias imprevisibles".En una conferencia de prensa, Peter Ueberroth, presidente del comité organizador, intentó mantener las esperanzas de que este hecho no rompa definitivamente las relaciones deportivas entre ambos países. "No sé si esto provocará el boicoteo de la Unión Soviética", dijo; "hemos trabajado mucho y por largo tiempo en crear estas relaciones".
Ueberroth indicó que había ya mandado un telegrama al máximo mandatario del deporte soviético, Marat Gramov, que visitó Los Ángeles hace un par de meses, y en cuya delegación viajaba también Oleg Yermishkin, el delegado vetado ahora. "Lamentamos que esta decisión les haya sido comunicada el día en que estaba prevista la llegada de su delegado", decía el telegrama, "y que su petición de visado haya tardado tanto tiempo en ser procesada. Somos conscientes de la importancia de la persona a quien corresponderá ocupar esta posición para preparar todos los detalles de la llegada y estancia de los miembros del equipo de la familia olímpica de la URSS. Es mi esperanza, Más sincera que nombre usted a otra persona para cubrir este importante puesto lo antes posible".
Ueberroth indicó que tan pronto conozca la decisión soviética y el nombre del delegado, se encargará él personalmente de presentar la solicitud del visado en Washington, ya que el tiempo apremia. y la presencia de esta persona es la única garantía de que la URSS sigue interesada en participar.
El Departamento de Estado, por su parte, ha dicho escuetamente que Yermishkin era un agente del KGB que durante un tiempo fue miembro de la misión diplomática de la Unión Soviética en Washington. También ha indicado que las autoridades de la URSS sabían, desde el mes e diciembre, que la petición de visado iba a ser denegada. Al soviético se le presumía una actividad de espionaje en torno a la industria aeronáutica.
Ueberroth ha negado las alegaciones de que los soviéticos conocían la decisión desde el pasado mes de diciembre, cuando la misión encabezada por Marat Gramov visité, Los Ángeles. Ésta es la primera vez en la que, de una manera clara, el comité organizador se enfrenta directamente a la Administración Reagan, a la que, aunque veladamente, hace responsable de un posible boicoteo si éste se llegara a producir.
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