En la negociación sobre la CEE priman los intereses del PSOE, según el Grupo Popular

El Grupo Popular acusó ayer al Gobierno de anteponer intereses partidistas a los de Estado en la negociación para la adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (CEE), y de haber tenido la tentación de pactar con Francia en diciembre pasado la contingentación de nuestra agricultura. El ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, afirmó que España no ingresará en el Mercado Común si no se produce un acuerdo globalmente satisfactorio que pueda ser respaldado por el Parlamento, y el secretario de Estado para las Comunidades Europeas, Manuel Marín, pidió a la oposición que ante un problema de Estado no cree dificultades internas.

Miguel Herrero de Miñón, portavoz del Grupo Popular, en una interpelación urgente al Gobierno sobre las negociaciones para la adhesión de España a la CEE, se preguntó si el desmantelamiento de Sagunto tiene que ver con la instalación de siderurgias francesas en el Mediterráneo, y afirmó que los cítricos españoles llevan camino de encontrarse, tras la adhesión, en inferioridad de condiciones respecto a terceros países, como Marruecos e Israel.El portavoz popular sostuvo que el Gobierno no sabe cómo vender a sus bases el cambio de actitud experimentado respecto a la OTAN, y que por eso presenta como coartada el ingreso en el Mercado Común. También afirmó que los intereses del PSOE coinciden con los del Partido Socialista Francés.

Morán calificó el discurso de Herrero de "emocional, retórico, exagerado, decimonónico y no europeo". Recordó el ministro que cuando el Gobierno de UCD planteó el tema de la integración europea como cuestión de Estado, el PSOE no puso problemas. El ministro recalcó los conocidos argumentos de que si las negociaciones para la adhesión no avanzan en el semestre de presidencia francesa en la CEE, España tendrá que esperar años. Ni el Gobierno ni el país, ni la industria, ni la agricultura, dijo, tienen que ceder nada para ingresar en la Comunidad. Y añadió que el documento recibido el pasado día 21 ha sido rechazado por el Gobierno, porque no se acepta la fórmula de las etapas en materia agrícola.

Antipatriotas

Herrero replicó a Morán acusándole de caer en el error de descalificar como antipatriotas y antiespañoles "a quienes no estamos de acuerdo con el Gobierno, y no se puede descalificar lo que la democracia legitima: la disidencia". Consideró la actitud del Gobierno como de "un hermetismo propio de otras épocas", y reclamó que el PSOE admita la creación de una comisión de seguimiento. Anunció que posiblemente su grupo presentará una propuesta para calificar el curso de las negociaciones.

Morán desmintió que se intente pactar con Francia la contingentación agrícola, y preguntó a Herrero si eso se lo había dicho la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). El ministro anunció que el ingreso producirá un aumento de la inflación en uno o dos puntos, y que en el período de transición de siete años el Gobierno tendrá que proceder a la especialización de los cultivos y a la reindustrialización. "Si la CEE no resuelve antes sus problemas, España no ingresará", acabó afirmando el ministro.

Santiago Carrillo, del PCE, dijo que hay razones para temer que España pueda encontrarse en condiciones inaceptables y que la integración no ayudará a resolver el problema del paro. Jon Gangoiti, de la Minoría Vasca, indicó que no debe darse un cheque en blanco para una entrada a la griega o a la inglesa.

Luis Ortiz, del Grupo Centrista, afirmó que comparte la preocupación del Grupo Popular por el coste que puede suponer la adhesión para las áreas agrícola e industrial. Carles Gasoliba, de la Minoría Catalana, señaló que la preocupación por los sectores agrícolas no debe difuminar los problemas del conjunto de otros sectores.