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Clausura del Festival Internacional de Cine de Berlín

El filme 'Love streams', de John Cassavetes, obtiene el Oso de Oro

A la película presentada el mismo día de la entrega de premios se le ha concedido el Oso de Oro del Festival de Berlín. Love streams (que en España será rebautizada como La extravagante Sara), del nortemericano John Cassavetes, clausuró por ello el festival, siendo la primera vez que en la última sesión se proyecta precisamente el filme premiado. No habrá más penas ni olvido, del argentino Héctor Olivera, obtuvo el Oso de Plata.

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Cotribución al cambio argentino

Incluir a Love streams, de John Cassavetes, en la competición ha sido decidido a última hora porque entre los diversos programas editados por el festival figuraba indistintamente dentro y fuera del concurso. Es probable entender este premio como producto único de la conspiración o de tejemanejes. La película fue acogida por el público nocturno con fuertes pateos, aunque en la proyección matinal para la Prensa tuvo mejor acogida, lo que no impidió que, junto a los aplausos se oyeran también abucheos cuando Liv Ullman, como presidenta del jurado, leyó los premios.Love streams es una película que, aunque alargada más de lo necesario -dos horas y cuarto- por incluir pesadas y absurdas ensoñaciones de los protagonistas, mantiene un ritmo narrativo de cierto interés abriéndose además a sugerencias y matices. Confesó el director que sus personajes sólo podían presidir sus vidas con la falta de amor o compañía porque su status social les dejaba el tiempo libre. No por ello trata la película de profundizar en ese sentido: dos hermanos viven con angustia su soledad; él, el propio Cassavetes, y ella, actriz habitual en sus películas, su esposa, la excelente Gena Rowlands. Divorciados, sin que sus hijos les aprecien, conviven una temporada buscando ese calor, pero también enloqueciendo, alcoholizándose, realizando las más disparatas extravagancias. Comedia en momentos brillantes, pero en otros sólo sostenible por la calidad de los actores. En cualquier caso, película que llegó tarde, se metió en el concurso sin previo aviso y ha ganado el Oso el último día., tras lo que invitó a los asistentes al festival a una carísima fiesta.

Como se preveía, el Oso de Plata ha recaído en la aguda película argentina No habrá más penas ni olvido, de Héctor Olivera, que ya obtuvo el mismo premio cuando en 1973 concursó en Berlín con La Patagonia rebelde.

El resto de los premios forma parte, más claramente, de conchabeos festivaleros, sujetos a opiniones personales. El Oso de Plata a Ettore Scola por El baile parecía necesario, aunque el recuerdo de sus valores disminuyera mientras el festival avanzaba. Monica Vitti ha compartido el Oso de Plata de interpretación femenina con la soviética Inna Tschurikova, sin duda porque su presencia ha enamorado a todos y porque a su labor de actriz aportaba en esta película, Flirt, el trabajo de coguionista. En cambio, la intérprete de Romance en el frente se aupó como firme candidata, a un premio mayor desde el primer día.

Respecto a que Albert Fidney haya acaparado el de interpretación masculina, sólo ha sido sorpresa por la parte de condena que supone para Tom Courtenay, su compañero en el reparto de La sombra del actor, y con quien mantiene un continuo duelo de lucimiento personal. Courtenay es, pues, el gran perdedor, como en el caso de los directores lo han sido Louis Malle, Sam Fuller, Peter Lilienthal, Maurice Pialat, Pedro Olea y el japonés Kurahara.

Noticia paralela

Por otra parte, la película española El señor Galindez, dirigida por el argentino Rodolfo Kuhn, que fue presentada en la sección oficial fuera de concurso y Hasta cierto punto, del cubano Tomás Gutiérrez Alea, exhibida en el Forum de Jóvenes, han constituido la noticia paralela del último día del festival.El filme español realizado con sensibilidad y destreza y apoyado por actores firmes tuvo en su proyección una acogida tibia pero mantuvo hasta las tres de la madrugada un interesante coloquio con los actores Joaquín Hinojosa y Cecilia Roth.

Hasta cierto punto es, por su lado, una comedia divertida que combina el reportaje con la ficción y traduce así en imágenes la realidad inmediata de Cuba.

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