Felipe González mantuvo un diálogo "abierto y sincero" con el rey Fahd sobre la situación de Oriente Próximo

Felipe González, presidente del Gobierno español, mantuvo ayer un diálogo "abierto y sincero", según sus propias palabras, con el rey Fahd, de Arabia Saudí, sobre la situación de Oriente Próximo, en la que España aspira a desempeñar un "activo papel". El presidente González inició ayer su visita de casi tres días de duración a ese país, y fue objeto de un espectacular recibimiento en el aeropuerto de Riad.

En los accesos del inmenso pabellón de autoridades, construido todo él en mármol rosa, le esperaba el Gobierno saudí en pleno, encabezado por el segundo viceprimer ministro y titular de la cartera de Defensa y Aviación, príncipe Sultán Talal Bin Abdul Aziz, hermano del rey Fahd. El viceprimer ministro y príncipe heredero se encuentra en Gran Bretaña.Cuando el avión de la Fuerza Aérea Española estaba a punto ya de encabezar la pista en la que despegaría de Madrid, González negó que tuviera previsto entrevistarse con el líder palestino Yasir Arafat, que ayer se encontraba en la capital jordana, en la que el miércoles el presidente del Gobierno realizará una escala de 24 horas. "No está previsto este encuentro", dijo, "aunque no tendría ningún inconveniente en ver a Arafat si se presentara la posibilidad".

Los datos provisionales que existen sobre la marcha del comercio hispano-saudí en el año 1983 parecen dar razones al optimismo. El año pasado, las exportaciones españolas cubrieron el 40% de las importaciones saudíes, mientras que hace siete años cubrían apenas el 7%.

Por otro lado, España tiene pendiente de firma con Arabia Saudí un contrato para aprovisionamiento de material militar a aquel país por un importe de 150 millones de dólares (22.600 millones de pesetas). El equipo que España suministrará previsiblemente a Arabia Saudí incluye blindados sobre ruedas, remolcadores, munición de varias clases y en especial de mortero, y aviones de transporte ligero.

En éste su primer viaje a Oriente Próximo, el presidente del Gobierno, Felipe González se encuentra acompañado del ministro de Hacienda, Economía y Comercio, Miguel Boyer, quien ayer mismo mostró sus deseos de disminuir el déficit que España tiene en su balanza comercial con Arabia Saudí.

La entrevista de anoche entre González y el rey Fahd duró dos horas. Ambos dirigentes intercambiaran opiniones sobre la necesidad de estrechar relaciones políticas y económicas, y sobre las posiciones españolas respecto al coflicto de Oriente Próximo. Al cierre de esta edición no habían trascendido más datos sobre la entrevista.

La llegada de González a Riad ha sido precedida de las declaraciones que hace cinco días realizó a un grupo de periodistas saudíes. En ellas, González aclaraba el espinoso tema del posible intercambio de embajadores entre España e Israel y dijo que no tenía prisa y que no se sentía presionado "ni en una dirección ni en otra". También dijo que no es partidario de enviar tropas españolas en misión pacificadora a Líbano, aunque reclamó un papel para España en los intentos para solucionar los conflictos de la zona.

El presidente del Gobierno, en las mismas declaraciones, daba su apoyo al llamado plan saudí para Líbano, que prevé, entre otros puntos, sustituir por cascos azules las tropas extranjeras que se encuentran en ese país y la retirada en un plazo de 90 días de las fuerzas sirias e israelíes.

Anoche, el presidente del Gobierno español asistió a una cena en el Palacio de Nasseriah, invitado por el rey Fahd, a la que asistieron cerca de 200 comensales.