Arco-84 finaliza con el desaliento de los galeristas extranjeros por sus escasas ventas
La escasa -casi nula- venta de obras de arte de los setenta galeristas extranjeros que han venido a Arco 84 era ayer el tema más comentado en la feria internacional del arte que hoy se clausura en Madrid. Este hecho se pone especialmente de relieve por cuanto son muchos los galeristas españoles que han vendido el 90% de las piezas exhibidas. En opinión de la directora del certamen, Juana de Aizpuru, la actitud de los coleccionistas españoles puede obedecer a su desconocimiento sobre el arte que se hace fuera de España.Según estimaciones de los organizadores, más de 100.000 personas -el doble del pasado año- han desfilado estos días por el Palacio de Cristal de la Casa de Campo madrileña.
Una simple ojeada por las tres plantas que ocupa la feria permitía ayer comprobar el hecho de que mientras que en la mayor parte de las galerías españolas aparecían varios puntos rojos que acreditaban la adquisición de las obras, en los stands extranjeros era muy difícil apreciar uno solo de estos puntos.
El hecho preocupaba no sólo a estos galeristas, sino también a los organizadores del certamen, quienes habían recogido ya las quejas por esta actitud, a su juicio, incomprensible. El fenómeno afecta tanto a los más conocidos (el italiano Lucio Amelio o los galeristas de Sttutgart, por poner un ejemplo) como a otros profesionales debutantes en este certamen.
La directora de Arco, Juana de Aizpuru, piensa que esta apatía coleccionista ante las obras de fuera puede obedecer a dos causas. Una de ellas es que la gente crea que se le va a hacer pagar el impuesto de lujo sobre el precio de la obra, carga de la que están exentas las piezas que se venden en el certamen. La segunda puede estar en el desconocimiento generalizado que hay respecto a lo que se hace fuera.
"En todo caso me parece un error lamentable" -añade Juana de Aizpuru-, "porque, de entrada, algunos ya me han dicho que, si se mantienen así las cosas, no vuelven al certamen. Pero, además, los compradores deben saber que junto a las obras de autores españoles tienen que incluir una selección de lo que se hace fuera, porque, si no, sus colecciones siempre serán cojas e incompletas. A mí me apena mucho que ocurra esto, porque la calidad de la aportación de los galeristas extranjeros es altísima y su presencia es fundamental".
Individualidades
Respectó a este posible desconocimiento, añade Juana de Aizpuru, la situación se puede agravar por cuanto el momento artístico actual no es un momento de tendencias colectivas, sino de individualidades, mñas difíciles de identificar para el coleccionista.Por lo demás, Arco 84 se clausura hoy sin ceremonias de despedida pero con un apretado programa de actividades paralelas que ocupará todo el día. Asimismo, una gran parte de los artistas expositores estarán presentes en la feria para conversar con los visitantes o para orientarles acerca de sus correspondientes obras.
Al mediodía, el programa comienza con una conferencia pronunciada por el alemán Klaus Gallwitz sobre La colección del Museo Stadel desde su fundación hasta hoy. A las 13.15, sobre La pintada como arte, a cargo de Diego Cortez, de Estados Unidos.
La sesión diaria de vídeo se proyectará a las tres de la tarde. La película anunciada es Vídeo 50, realizada en USA por Robert Wilson. Una hora después se celebrará un debate sobre el papel de las revistas especializadas en arte dentro del contexto artístico actual. Intervendrán personas vinculadas a las publicaciones Art, Domus, Artforum y Lápiz.
Un concierto, Armonium mundi, dirigido por Llorenç Barber, servirá para desengrasar antes del segundo debate de la jornada, anunciado para las siete de la tarde. En esta ocasión, el tema elegido es El coleccionista a debate, y en el acto intervendrán críticos, artistas, galeristas y coleccionistas.
Babelia
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