Cela defiende el compromiso ético y estético del escritor por encima de la postura política

Bajo el título Literatura, pensamiento y libertad, y dentro del ciclo La democracia vertebrada, que está desarrollándose en el Club Siglo XXI, de Madrid, el escritor y académico Camilo José Cela pronunció anoche una conferencia que inició con la promesa de atenerse a los tres conceptos mencionados en la cabecera del discurso, "sin dejar nada ni a la improvisación ni a la inspiración, esas dos nociones que desprecio". Habló del valor de los dos pilares, estético y ético, sobre los que se sostiene la literatura, y acabó lanzando un apasionado, "¡Viva la literatura!.".

"Yo escribo para la historia, no para la política. Y, digan lo que quieran, dentro de cien años estaré en los sellos y en los billetes de banco, se oponga quien se oponga". Esto lo dijo Cela en el transcurso de la cena-coloquio que siguió a la conferencia que pronunció en el Club Siglo XXI. También dijo que -citando a Octavio Paz- el compromiso político es una de las peores abyecciones en que puede caer el escritor.Previamente, durante su charla, el académico se había referido a los dos pilares fundamentales que sustentan el pensamiento humano y, por ende, la literatura: "el pilar estético que obliga a mantener la narración por encima de unos mínimos de calidad, y, en segundo lugar, un pilar de talante ético, que asoma también en la consideración del fenómeno literario, prestando a la calidad estética un complementa que tiene mucho que ver con el pensamiento y la libertad".

Ya en la cena, para ilustrar su total oposición a la postura política literaria, se refirió al caso Cortázar,"ese extraordinario escritor a cuya muerte sólo se ha comentado que si ha estado comprometido con Cuba o Nicaragua, lo cual puede o no ser discutible, pero se ha obviado su calidad literaria hasta extremos vergonzosos".

Dijo que "el pensamiento, con su apéndice inseparable del lenguaje, y la libertad, que probablemente pudiera también unirse a ciertas formas lingüísticas y conceptuales, forman esa especie de marco general en el que caben todas las empresas humanas: las que se destinan a explorar y ampliar las fronteras de lo humano y también aquellas otras que, por el contrario, no buscan sino abdicar de la propia condición del hombre. El pensamiento y la libertad funden por igual el ánimo de héroes y villanos".

Para acabar, reafirmó su fe en el hombre que se busca libre, que se piensa libre, y su última frase en la conferencia fue un sentido "¡Viva la literatura!". Faltaría más, comentó luego cuando este periódico hizo hincapié en la exclamación. Quienes acudieron al Club Siglo XXI esperando encontrar al Camilo José Cela de la palabra desgarrada y la boutade fácil, se encontraron con un respetuoso siervo y maestro de la literatura que expuso sus ideas con humildad y firmeza. "Toda conferencia, y mira que llevo ya cientos, me produce un enorme respeto, y eso me parece bien, porque lo contrario no sería honesto".

Con todo, bromea, Ias únicas conferencias a las que voy es a las mías, y eso porque es inevitable. No tengo tiempo", añade.