Francia retrasa la evacuación y pide la presencia de los 'cascos azules'

Francia no ha decidido, por el momento, retirar sus soldados de Líbano e insiste en asociar tal evacuación con la sustitución de los soldados galos por cascos azules de las Naciones Unidas. Esta es la primera vez desde la entrada de la fuerza multinacional en Líbano, en septiembre de 1982, que Francia se desmarca de sus aliados.El presidente de la República, François Mitterrand, declaró ayer que "todos los libaneses pueden considerarse amigos de Francia", país que no está al servicio de ningún partido dominante en Líbano. Con ello, una vez más, el Gobierno de París declara indirectamente que considera el conflicto como una guerra civil y que, por ello, no piensa tomar actitudes susceptibles de ser interpretadas como una injerencia en los asuntos de Líbano.

En suma, París quiere que la ONU intervenga y salve la cara a todos en espera de una salida que unánimemente consideran penosa para el presidente libanés, Amin Gemayel. En tal sentido, el portavoz del Gobierno francés dijo ayer que "en los próximos días, o en las próximas horas, esperamos una manifestación concreta".

El deseo francés de ver a los cascos azules no parece fácil de realizarse pues a ello se opone la URSS, que cuenta con derecho de veto en el Consejo de Seguridad y no quiere que sobre territorio libanés haya más soldados de la ONU que los destacados en el sur del país.

El líder de los cristianos moderados libaneses, Raymond Eddé, residente en París, condenó ayer la labor de Amin Gemayel, por estimar que "la ceguera de los falangistas comprometía la posición de los cristianos de Líbano y de Oriente Próxirno". Eddé dejó entrever claramente que la reconciliación entre los cristianos y los musulmanes se ve impedida por la presidencia de Gemayel, lo que es una manera de pedir su dimisión.

Sobre el futuro político de Líbano, el líder cristiano cree en las virtudes del Parlamento de su país para elegirle un sucesor al presidente actual.