El poeta Jorge Guillen será enterrado hoy, con el epitafio "Aquí yace un enamorado de la vida"

Unas 10.000 personas, en su mayoría jóvenes y bastantes extranjeros, pasaron ayer por el Salón de los Espejos del Ayuntamiento de Málaga, donde está instalada la capilla ardiente del poeta. Al igual que ayer, hoy también es día de luto oficial en Málaga, medida adoptada por el ayuntamiento como homenaje y respeto de la ciudad al que fuera su hijo adoptivo. Los restos de Jorge Guillén serán enterrados hoy, en el Cementerio Inglés con la presencia de ministro de Cultura, Javier Solana, y del presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo. El director general del Libro, Jaime Salinas, hijo del poeta Pedro Salinas y amigo personal del escritor muerto, destacó ayer la personal "del mejor amigo de mi padre, ante el que siento ahora emociones afectivas; era como nuestro padre."La capilla ardiente, en el salón de plenos del ayuntamiento, está presidida por el pendón de la ciudad. El féretro que guarda los restos de Jorge Guillén es de madera no tiene ningún signo religioso y permanece cerrado por deseo expreso de la familia. Está rodeado de cuatro velas y cubierto de flores y numerosas coronas; de organismos públicos y colectivos culturales y profesionales. En el salón hay también una estantería con dos ejemplares del libro Homenaje a Jorge Guillén, editado por el ayuntamiento con motivo de su 90 cumpleaños.

Desde primeras horas de la mañana -la capilla se instaló de madrugada- autoridades locales y provinciales, amigos de la familia y numerosos ciudadanos, acudieron al ayuntamiento para expresar su condolencia a los hijos del poeta, Claudio y Teresa. La esposa de Jorge Guillén, Irene, permaneció en su domicilio donde se recupera de un infarto de miocardio.

Había muchos jóvenes, entre 14 y 18 años, que llevaron claveles y rosas, y representaciones de distintos colegios, entre ellas una del centro público Jorge Guillén, donde los alumnos, unos 1.700, dedicaron la mañana a escribir poemas. También estaban sus amigos más queridos, como el editor Angel Caffarena, que todos los lunes, a las cinco en punto de la tarde, iba al domicilio del poeta a conversar un rato.

Teresa y Claudio Guillén recordaron ayer las últimas palabras de su padre, que murió serena y plácidamente. Jorge Guillén susurró el nombre de su esposa y a Teresa le dijo que la adoraba. "La enfermedad le produjo un gran cansancio y se quedó muy callado los últimos días. Lo más difícil de soportar era su silencio, porque él era un gran charlatán, un gran conversador, al que siempre le quedaba algo por decir y se resistía a terminar cualquier conversación".

Claudio resaltó que sus últimas palabras fueron para decir cosas cariñosas. "El fondo de su carácter era la bondad, el amor y un gran respeto a la libertad. Mi padre era un hombre ameno, divertido, una gran persona y un gran poeta, dos cosas que es difícil que se den al mismo tiempo. Fue una persona ambrosa hasta el final".

En el domicilio del poeta, el Paseo Marítimo de Málaga se han recibido innumerables llamadas telefónicas y decenas de telegramas. Poetas, escritores, políticos y personalidades del Gobierno, han manifestado su afecto y su condolencia a los hijos y a la esposa de Guillén. Alberti dice en su telegrama: "os abrazo hoy que entra en el silencio el cántico más luminoso de nuestra poesía". Por su parte, los Reyes de España señalan: "profundamente apenados por la triste noticia de la desaparición de tan gran poeta, enviamos nuestro más sentido pésame. Con el mayor afecto, Juan Carlos y Sofía".

La corporación municipal malagueña celebró, a las 13.00 horas, un pleno extraordinario al que asistieron Claudio y Teresa Guillén.

El poeta y académico Gerardo Diego dijo ayer a la agencia Efe que Guillén representa toda una excelsa época de la poesía española, y que nadie como él logró sacar lo esencial de la poesía. Para Gerardo Diego, que advierte que no cree en generaciones, sino en grupos o en reuniones de amigos, "la influencia de la poesía española es muy grande y todos somos discípulos suyos en cierta manera. Su obra Cántico sería el binomio vida-muerte".

Francisco Brines empieza diciendo que es obligado y extraño hablar de quien con tanto convencimiento dijo: "Muerte, para ti no vivo". Fue Guillén -prosigue Brines- el cantor entusiasta del gozo del presente, y Cántico, el libro mas jubiloso de la historia de la poesía en lengua castellana. Es ésta la escala por la que el poeta llega al mundo: cotemplación, goce, conocimiento, salvación. El resultado es el poema desde el que nosotros, y los que nos continúan, hacemos nuestra la posesión mas plena de la vida. En sus versos, como en la pintura de Piero della Francesca, advertimos el deseo, para el hombre, de una mejor naturaleza, la que desde su serena y fervorosa lucidez estimó que merecíamos.

"Su mundo poético causó de inmediato tal fascinación que, ya desde las revistas, y aun antes de publicar su primer libro, influyó en algunos de sus compañeros de generación; después, y a pesar de que los rumbos de la poesía han ido por distintos derroteros que los de su excepcional Cántico, su influencia se rastrea cuantiosa. Y la encontramos en poetas que, por su escasa afinidad de mundo, podíamos estimar como impensados. Y es que la fascinación hoy pervive como en 1928. últimamente ha surgido una interesante poesía de carácter esencialista, en la que su presencia adquiere una importante significación.