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El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, asegura que este año se hará la reconversión industrial

Joaquín Estefanía

El ministro de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, contestó ayer en una reunión con periodistas económicos a las críticas que durante toda la semana y de distintos modos están haciendo a la política económica del Gobierno empresarios y sindicatos. "Este año se hará la reconversión industrial. El año pasado ha sido el año de la mentalización, pero pese a la dureza de las situaciones, la reconversión se iniciará inmediatamente", dijo el superministro. Por otra parte, y respondiendo a la acusación de muerte financiera de las empresas, expresada por Carlos Ferrer Salat, Boyer estimó que la financiación ajena al sector privado crecerá este año un 9,6%, "que es muy distinto del 5% que están diciendo". Por último, anunció que las reservas de divisas crecieron el pasado mes de enero en 510 millones de dólares (más de 80.000 millones de pesetas).

El ministro, acompañado por el secretario de Estado de Economía, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, destacó este último dato por cuanto todos los meses de enero se caracterizan por ser períodos de salida de divisas. En enero de 1983, el primer mes de, Gobierno socialista, las reservas disminuyeron 110 millones de dólares.

Previsiones y realizaciones

Miguel Boyer presentó un cuadro macroeconómico incluyendo las previsiones de los objetivos del Gobierno incluidos en la memoria del Presupuesto de 1983 y las realizaciones conseguidas al día de ayer. Según el ministro, "nunca, en los últimos 40 años, había habido un acercamiento tan grande entre las previsiones y las realizaciones", aunque reconoció que en tiempos de López Rodó, por ejemplo, no existían este tipo de cuadros que incluyen magnitudes tan complejas como las disponibilidades líquidas y los activos líquidos totales del público.Así, en el cuadro se contempla cómo frente a unas previsiones de crecimiento de la demanda interna, externa, de las exportaciones de bienes y servicios y de las importaciones, del producto interior bruto (PIB), de las disponibilidades líquidas y de los activos líquidos totales en manos del público -del 0,8%, 1,2%, 5%,1,5%, 2%, 13% y 15% respectivamente- se han conseguido unas realizaciones del 0,7%, 1,4%, 7,5%, 0%, 2,1% 12,7% y 15,5%, respectivamente.

Boyer explicó también que el diferencial de las tasas de inflación entre España y el conjunto de la OCDE se ha reducido entre 1982 y 1983 1,4 puntos, y entre España y la parte europea de la OCDE, 0,8 puntos.

A continuación, el responsable de la política económica respondió sin mencionar a nadie explícitamente, a las acusaciones hechas durante esta semana, en las asambleas multitudinarias de empresarios celebradas en Madrid sobre el estrangulamiento financiero a las empresas (Carlos Ferrer Salat, presidente de CEOE, aludió a la posibilidad de la muerte financiera de las empresas). Boyer rechazó por inexacto que la financiación ajena al sector privado sólo vaya a crecer un 5%, señalando que ésta será de 9,6 puntos, si se cumplen los objetivos de moderación salarial recomendados por el Gobierno. "Los 9,6 puntos no son el 5% con el que se agita", dijo el ministro. Para el ministro, el gran problema es el del déficit público concentrado principalmente "en el sistema de la Seguridad Social, en el desempleo y en las empresas públicas. Se trata de reducir este déficit para incrementar la financiación al sector privado".

El catastrofismo

También en relación con los empresarios, Boyer comentó que los que sólo hace unos meses, con gran catastrofismo, señalaban que España tendría que acudir al FMI y que para evitarlo era preciso un plan de estabilización, se quejan ahora de que se esté aplicando, según sus mismas palabras "un plan de ajuste de caballo".Boyer también tuvo palabras en relación con las movilizaciones de trabajadores en contra de la reconversión industrial, que llevan celebrándose durante el jueves y ayer mismo. Señaló que era la reconversión era un problema de una gran dureza, pero que era imprescindible y que el Gobierno no ha cedido en su elaboración. "El año pasado ha sido el año de la mentalización; esta fase ha acabado y este año será el año de la reconversión industrial y de la reforma de la Seguridad Social". También recordó que la reconversión costará casi un billón de pesetas y que supondrá una reducción de entre 40.000 y 50.000 puestos de trabajo.

El dato más negativo señalado por Boyer en cuanto a la coyuntura fue precisamente el del desempleo. Aquí ha habido una variación negativa respecto a las previsiones. Se han destruido 60.000 puestos de trabajo y además ha habido una incorporación de más de 100.000 personas a la población potencialmente activa. "La destrucción de empleo parará este año", dijo por último. Ahora, de lo que se trata es de crear empleo".

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