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Críticas en la RFA a la decisión de Kohl de mantener en su cargo al ministro de Defensa

Los medios de comunicación de la República Federal de Alemana (RFA), tanto impresos como audiovisuales, criticaron casi unanimemente la decisión del canciller democristiano, Helmut Kohl (CDU), de mantener en su puesto al ministro de Defensa, Manfred Wörner (CDU), a pesar de los errores cometidos en el caso Kiessling, el general acusado de suponer un riesgo para la seguridad por su presunta homosexualidad y que fue rehabilitado tras su destitución.

"Kohl también es responsable políticamente", lamentable cuadro de los dirigentes de Bonn", "la situación no está en ningún caso clarificada", "dudosa motivación del canciller", "Wörner, descalificado", "falso paso del canciller", "república bananera alemana", "desastrosas consecuencias para el Estado", son sólo ocho de las frases que resumen los comentarios de otras tantas emisoras de radio sobre la decisión de Kohl de mantener a Wörner en el cargo de ministro de Defensa.Las dos cadenas nacionales de televisión pasaron en cada telediario de la noche del miércoles el momento de la conferencia de prensa de Kohl, en la cual las palabras del canciller provocaron la carcajada unánime de más de 200 periodistas reunidos en Bonn para escuchar las explicaciones sobre la decisión de mantener a Wörner en su cargo.

Tras la solución momentánea del caso, todos los implicados han quedado en mal lugar. El máximo representante del Estado, el presidente federal, Karl Carstens, tuvo que firmar en un intervalo de seis semanas la destitución y luego el nombramiento del general depuesto, hecho insólito en la historia de la RFA. Wörner ha perdido casi toda su autoridad y ahora tendrá que cuidar de no cometer el más mínimo error.

Los militares en activo declararon que acogieron,"con respeto" la decisión del ministro de Defensa, pero nada más. Generales retirados, en especial Gerd Schmueckle -un antecesor de Kiessling en el cargo de segundo jefe de la OTAN-, dio todo un recital de entrevistas, en las que acusó a Wörner de romper con la tradición militar de asumir la responsabilidad de los hechos. Los militares echan en cara al ministro que ahora pagarán los subordinados para salvar la cabeza del titular de la cartera de Defensa.

La oposición socialdemócrata (SPD) cuenta con un arma contra el Gobierno: la comisión investigadora del Parlamento, que iniciará sus trabajos el próximo día 8. Algunos se frotan ya las manos y se imaginan lo que puede ocurrir si la comisión decide realizar un careo entre Wörner y el homosexual suizo Alexander Ziegler, que voló en primera clase de Zurich a Bonn, acompañado de un asistente. Fue recibido en el aeropuerto por el coronel asistente del ministro, se entrevistó con Wörner durante casi tres horas en el ministerio, comieron juntos y al final recibió 2.500 marcos (140.000 pesetas) de no se sabe qué fondos "para gastos de viaje de él y de su asistente". El general Günter Kiessling ha quedado rehabilitado, pero no faltan los periódicos que todavía dejan entrever que algo de cierto hay en las acusaciones.

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