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GALICIA

Silencio oficial sobre la detención del constructor vigués apresado cuando intentaba evadir divisas

Las autoridades no han confirmado hasta el momento la detención del constructor vigués Álvaro Loureiro Benavides, aunque fuentes de toda solvencia afirmaron ayer que el empresario fue detenido en Madrid, cuando se disponía a salir del país por vía aérea. Un juez de Vigo ha decretado una orden de busca e ingreso en prisión contra el constructor, mientras en Vigo se han presentado 10 denuncias de particulares por presunta estafa. Laureiro llevaba, en el momento de ser detenido, cinco millones de pesetas en divisas.

El caso han entrado en una fase de confusión y misterio al llegar se a la situación de que la detención del constructor, que según fuentes de la Guardia Civil se produjo en Madrid el pasado lunes (ver EL PAÍS de ayer), no ha sido sin embargo confirmada oficialmente. El monto total de las deudas de la empresa de Loureiro Benavides por diversos conceptos supera los 500 millones de pesetas de los cuales la mitad se adeudan en concepto de hipotecas dobles a diversas entidades bancarias, 100 a la Seguridad Social y 10 a los trabajadores de la empresa.Alvaro Loureiro, cuyo paradero se desconocía ayer, desapareció el pasado 20 de enero, y según su hijo Álvaro Loureiro Santamaría, se encuentra desde entonces en paradero desconocido. El constructor había firmado el 13 de enero un compromiso con los 123 trabajadores de su empresa en la delegación de trabajo de la Xunta de Galicia, para pagarles los 10 millones de pesetas que les adeudaba el 19 de enero. En el momento de su desaparición, Loureiro dejó pendiente el pago a numerosos acreedores, entre agencias de publicidad, empresas de materiales de construcción, ferreterías y otras. La deuda más pequeña a uno de sus proveedores es de cinco millones de pesetas, y una de las más importantes es de 40 millones, a la empresa de pretensados de Pérez Leirés, cuyo propietario es amigo personal de Loureiro y fue uno de los primeros sorprendidos por su desaparición en tan extrañas circunstancias.

Sorpresa y desconcierto

La sorpresa y el desconcierto son las notas predominantes en este caso. Por una parte, sorprende la confusión que se pretende crear en torno al paradero de Loureiro en medios oficiales. Por otra, el desconcierto es la nota predominante entre quienes lo conocían, por su imagen de hombre honrado hasta el extremo. Sus proveedores, y en estos momentos acreedores, confiaron hasta el último momento en la palabra de Álvaro Loureiro, a quien describen como un probo empresario con 20 años de honestidad a su espalda. Álvaro Loureiro Benavides ronda los 60 años, y desde hace unos 20 se instaló en Vigo, procedente de Madrid, como encargado de la constructora Rodolfo Lama.Rápidamente se hizo un nombre en el sector de la construcción, creando una de las empresas más sólidas que se recuerdan. Según amigos de Loureiro, los últimos tres años habían sido especialmente difíciles para su empresa, debido al descenso de las ventas de pisos en Vigo.

Los acreedores de Loureiro se reunirán hoy a las seis de la tarde para tomar alguna decisión conjunta. También se ha creado una coordinadora de afectados formada por propietarios de los pisos adquiridos al constructor, que se reunirá el sábado con la misma intención.

Los trabajadores de la constructora aceptaron ayer las cartas de despido y presentarán de inmediato una demanda judicial por delito social contra el empresario. En las obras sin terminar que ha dejado Loureiro se están produciendo numerosos robos, por los que los propios empleados de la empresa hacen turnos de guardia para evitar la desaparición de cemento y diversos materiales de construcción.

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