La universidad que no investiga no merece el nombre de tal, según el profesor Francisco Grande Covián

"La universidad que no investiga no merece el nombre de tal". Esta expresión del profesor Francisco Grande Covián constituyó el hilo conductor de su intervención ayer en el acto conmemorativo de los 10 años del nacimiento de la fundación Universidad-Empresa celebrado en la sede de la Cámara de Comercio de Madrid. Junto a Grande Covián, que pronunció una conferencia sobre el tema Las relaciones universidad-empresa en el mundo actual, intervinieron el ministro de Educación y Ciencia, José María Maravall, y el presidente de la junta rectora de la fundación, Adrián Piera.Este acto académico se convirtió en una reflexión sobre las "necesarias interrelaciones" entre la universidad y la empresa, en el mundo en general y en España en particular. El presidente de la junta rectora de la fundación hizo un balance de los logros conseguidos en estos 10 años, entre los que destacó la información (con más de 150 publicaciones), la formación permanente (200 cursos y seminarios), el empleo (creación de los Centros de Orientación e Información de Empleos) y la investigación (con más de 200 proyectos de investigación por un valor que sobrepasa los (00 millones de pesetas).

El ministro de Educación, José María Maravall, se refirió en su intervención con la que clausuró el acto, a la necesidad de que la universidad y la empresa se complementen. Tras hacer un balance cuantitativo y cualitativo del estado de la investigación en España y de las posibilidades de renovación de la misma que se abren con las nuevas leyes universitarias, dijo que ha llegado el momento en que la universidad. debe empezar a trabajar en investigación aplicada y que en principio la fórmula ideal quizá sea colaborar en proyectos comunes con las empresas.

"Es preciso reconocer", dijo el ministro, "que si la universidad ha investigado escasamente, tampoco la empresa privada ha mostrado con frecuencia capacidad de estar a la altura de sus propias necesidades. La universidad debe recibir ayuda del mundo empresarial en similar medida a la que le otorga". En la intervención central del acto el profesor Grande Covián sostuvo la tesis de que el desarrollo de la investigación científica en la universidad es de particular importancia para las relaciones un¡versidad-empresa. "La industria, y la empresa en general, depende de la universidad en dos aspectos principales: la preparación de personal técnico competente y la generación de nuevas ideas susceptibles de aplicación industrial o de resolver problemas científicos que la industria no puede resolver por sí misma", dijo.

En relación con España el profesor Grande Covián se mostró optimista, sobre todo tras la reciente aprobación de la Ley de Reforma Universitaria "que abre nuevos cauces para el desarrollo de la universidad española y para la mayor compenetración entre la universidad y la sociedad que supere etapas pasadas en las que estas relaciones han sido muy limitadas".