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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Castellano e italiano

EL PAÍS del día 15 nos deparó nada menos que dos páginas enteras de Juan Arias -mi tormento- Al hablar de un "niño vivaz", no cae en que "vivaz" no tiene el matiz de "lleno de vida" que se le da en Italia, sino de "larga vida" o "vigoroso" en castellano. Peccata minuta. En otra parte de su artículo sobre la exposición de Rafael hay un gazapo, "se hizo estropeó" imputable a ese diario que no revisa los textos, porque claramente es una corrección inadvertida (o se hizo añicos o se estropeó). "Con la... radiografia (no) se ven aún los clavos", porque para ver los clavos no hacen falta radiografías, en todo caso se verán las marcas de éstos. Usa mucho el término "borrachera" Juan Arias, y no cae en la cuenta de que al italiano ubriacante le corresponde en uso figurado el castellano embriagador, menos prosaico. Aunque, refiriéndose a grandes cantidades de algo, cuadra mejor "atracón o hartazgo", poco finos pero efectivos. NoPasa a la página 12

Viene de la página 11

puedo imaginarme al pobre Pertini, tan frágil y diminuto, "estrujándose los ojos" mientras "le echaban las luces encima". En todo caso, al que le estaban estrujando era a él, que con razón gritaba, porque no podía ver aquellos "encantos" de cuadros, sin que acabe yo de entender qué "atractivos fisicos ni gracias feminiles" (encanto, diccionario de la Real Academia) puedan atribuírsele a las Vírgenes de Rafael. Para mí que los tiros van por otro lado...

Sinceramente, no creo que los "papistas" (partidarios de la rigurosa observación de las disposiciones del Sumo Pontífice) fueran de los más corruptos en la época de Rafael; tampoco creo que Juan Arias sea un hereje (diccionario de la Real Academia, papista = nombre que herejes y cismáticos dan al católico romano porque obedece al Papa y así lo confiesa) para tildar así a los católicos romanos de finales del "quinientos" (que no es una marca de un coche de la FIAT, sino que en italiano se dice por siglo XVI), más bien creo que hubiera debido recordar la existencia del adjetivo papal, relativo al Papa.

Al pobre Rafael le acusa, si bien figuradamente, de haber "contaminado" casi todas las grandes ciudades de Italia. ¡Viva la contaminación!, contra la que tanto se lucha. Por lo que se refiere a que "muchas ciudades han tenido que contentarse con celebraciones...", también yerra el matiz (it. accontentarsi), porque lo que han hecho es simplinente conformarse.

Capítulo aparte merece su artículo de la siguiente página, sobre el discurso de Juan Pablo II.

El cuerpo diplomático está acreditado en la Ciudad del Vaticano (las Naciones Unidas, etcétera ... ). No creo que el Papa se conforme con tener determinados embajadores "cerca del Vaticano" (it. presso), porque ya los tienene a dos pasos, los que están acreditados en Italia, con sede en Roma. Más bien los querrá ante el Vaticano. Los bloques no están llevando un "negociado", que es "cada una de las dependencias que, en una organización administrativa, está destinada para despachar determinadas clases de asuntos", ni "negocios", en este caso -diccionario de la Real Academia-, sino "negociaciones".

Para terminar, y sin que se me escape que en EL PAÍS del día 20 también afirma que las prácticas adivinatorias "son contra", en lugar de ser contrarias o estar contra, decirles que tampoco se me ha pasado un anuncio del Instituto Italiano de Cultura, oportunamente colocado al pie del artículo de Juan Arias. Aunque, naturalmente, "su italiano" no se parece en nada al que enseñan en el Instituto./

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