El reverendo y las minorías

Este diario recogió unas declaraciones del candidato a la presidencia de Estados Unidos, reverendo Jesse Jackson, de raza negra, en la que proclama: "Históricamente, los negros, los hispanos, las mujeres y los judíos han sido marginados de los altos cargos políticos de este país por motivos de raza y religión". Este reverendo y santo varón, al incluir a los judíos como etnia marginada o bien sufrió un lapsus basilical o bien se chanceaba de los presentes, porque tiene edad suficiente para saber que son legión los judíos que han ocupado, ocupan y ocuparán -Dios mediante- los más altos cargos de la Administración estadounidense, con o sin él de presidente.Jackson, como político, no puede ignorar que: el principal consejero de Wilson, Hoover, Roosevelt y Eisenhower fue un hebreo, Mannes Baruch, a quien apodaban procónsul de Judea en América, ni que el mismo Roosevelt -al igual que su sucesor Truman- era de origen hebreo, como reconoció en unas declaraciones al diario The New York Times (4 de marzo de 1935). Y tampoco que importantes asesores de Kennedy, Johnson, Nixon, Ford y Carter han sido Harrimann, Schlessinger, Caspar Weinberger, Kissinger, Nelson Rockefeller y Brzezinski, igualmente judios.

Jackson, como reverendo, no debe mentir, y por tanto no puede negar que en Estados Unidos es habitual que haya judíos copando altos cargos de secretarios de Estado, asesores, consejeros, directores, etcétera. Ahora mismo, con Reagan, volvemos a tener a Kissinger como asesor en política exterior, a Feldstein en política económica, y que para más chanza

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son dos judíos, Paul Nitze y Yuri Kvitsinski, por USA y la URSS, respectivamente, quienes han estado discutiendo en Ginebra el destino de Europa. /