_
_
_
_

Marruecos, entre dos fuegos

La gravedad de los disturbios en Marruecos no viene determinada solamente por los cadáveres de los manifestantes bárbaramente reprimidos. Lo peor es que el futuro de nuestros vecinos del Sur aparece todavía más sombrío que el presente. La crisis desencadenada en diversas ciudades del reino alauí es gemela de la reciente guerra del pan en Túnez, y en ella concurren dos claves antagónicas que deben analizarse por separado. En primer lugar está la debilidad política y económica del régimen de Hassan, que, aunque mantiene tímidas formas parlamentarias y constituye probablemente el país islámico con mayores índices de libertad, se enfrenta a una gravísima situación financiera y debe tomar medidas drásticas para sanear su economía si quiere renegociar nuevos créditos en el Fondo Monetario Internacional. ( ...)Pero hay un segundo factor en la crisis que es el que, a largo plazo, resulta más preocupante. Al régimen autoritario y poco eficaz de Hassan no se le opone una alternativa de democratización institucional y relanzamiento económico, sino núcleos islámicos radicalizados, con base más universitaria aún que popular, que pretenden instalar en Rabat un régimen como el de Jomeini, superrepresivo, militarista e inquisitorial, a cuyo lado la monarquía de Hassan es una democracia escandinava.

Que los incidentes se hayan desencadenado durante la clausura de la conferencia islámica y que la participación estudiantil haya sido la punta de lanza de una protesta más ideológica y política que corporativa prueban que el integrismo islámico está haciéndose fuerte en Marruecos, mientras Hassan, que ha maniatado a la oposición democrática, se debilita. Entre la poca libertad presente y la tiranía futura, Marruecos se encuentra entre dos fuegos que convendría ayudar a apagar.

22 de enero

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_