El rodaje 'secreto' de Cristóbal Colón'

"Cristóbal Colón es uno de los proyectos más interesantes de mi vida", ha declarado el realizador italiano Alberto Lattuada, que estos días rueda en Granada una serie cinematográfica para televisión sobre la vida del descubridor de América y la importancia que su gesta tuvo para la historia. Tanto la actriz norteamericana Faye Dunaway, que encarna el papel de la reina Isabel la Católica, como el resto de los actores principales de la película, han rehuido hasta el momento cualquier contacto con la Prensa, debido, al parecer, a un supuesto contrato firmado por la productora para la concesión en exclusiva de entrevistas y fotografías del rodaje.

Producida por la firma italiana Clesi, en colaboración con la RAI (Radiotelevisión italiana), la ORTF (radiotelevisión francesa) y la cadena norteamericana CBS, la serie cuenta con un presupuesto de 10 a 15 millones de dólares (entre 1.600 y 2.400 millones de pesetas), y tendrá una duración global de seis horas en pantalla, divididas en distintos capítulos. La primera parte del rodaje se realizó en la isla de Malta, y tras la etapa granadina, en la que han participado más de 700 figurantes, los siguientes escenarios de la película estarán localizados en Cáceres y la República Dominicana."Este proyecto no es ninguna improvisación, sino que ha madurado después de mucho tiempo de estudio y preparación", ha manifestado a este diario el director de la obra cinematográfica, cuya jefatura de producción corre a cargo de Silvio Clementelli. "Hemos estado trabajando concienzudamente en el guión desde el año 1982", añadió Lattuada, "y esperamos que la serie pueda ser distribuida en 1985. Para entonces, confío en que el rigor histórico que hemos pretendido imprimir en cada momento a la película garantice su éxito en todas las televisiones del mundo".

Nacido en la ciudad de Milán hace 70 años, Alberto Lattuada es uno de los principales exponentes del neorrealismo italiano de la posguerra y ha realizado hasta la fecha un total de 35 largometrajes. Novelista, ensayista y poeta en el tiempo libre que le deja el cine, Lattuada estudió arquitectura y fundó, en 1940, la Cinemateca Italiana de Milán.

Hijo del compositor Felice Lattuada, que le escribió la música de algunas de sus películas más importantes, el cineasta milanés se apuntó a la corriente neorrealista que surgió en su país al término de la segunda guerra mundial y que pronto se convirtió en uno de los movimientos principales de la nueva estética cinematográfica europea. Con películas como El molino del Po, Sin piedad -con la que descubrió a la actriz Giulieta Massina-, La tempestad -que lanzó al estrellato a Silvana Mangano- y El bandido, entre otras, Lattuada colocó su nombre a la altura de los de Visconti, Vittorio de Sica y el propio Federico Fellini, que precisamente se dio a conocer al figurar como director de Luces de variedades, cuando en realidad la cinta la había escrito, producido y dirigido aquél.

La censura franquista

A pesar de tan excelente currículo, su obra cinematográfica no es, sin embargo, suficientemente conocida en España, donde muchas de sus películas ni siquiera han llegado a distribuirse. "Yo he sido siempre una persona bastante crítica", afirma Lattuada, "y la mayoría de mis filmes son poco conocidos aquí porque la censura no permitió su exhibición durante el régimen de Franco. Títulos como La playa o Dulce encuentro, por ejemplo, no pudieron distribuirse porque fueron censurados desde el punto de vista sexual, y otros muchos ni siquiera llegaron a manos de los censores porque la aversión de éstos a todo lo que oliera a neorrealismo social hacía inútil, incluso, su presentación para la obtención del visto bueno correspondiente".Ahora, a sus 70 años recién cumplidos, su primera realización televisiva ha permitido a Alberto Lattuada trabajar profesionalmente, por primera vez, en territorio español y "pasar unos días en una ciudad como Granada, que no conocía, y en la que me encuentro, muy a gusto".

"Precisamente, lo que me ha hecho venir a rodar a Granada", señala el director italiano, "ha sido nuestro sentido de la dignidad y la sincera voluntad de conseguir una película suficientemente rigurosa acerca del descubrimiento de América y la importancia histórica que para su culminación tuvo el encuentro de Colón con los Reyes Católicos en ese monumento increíblemente bello y luminoso que es la Alhambra".

Cristóbal Colón se convierte así en uno de los proyectos cinematográficos para televisión más ambiciosos de los últimos años, no sólo en su aspecto de producción por su elevado presupuesto, sino también por su pregonada intención divulgativa en todos los continentes. La serie pretende abarcar 30 años de la historia de España y América, a través de la biografía del descubridor, y centrando el argumento en el momento culminante de la entrevista de éste con la reina Isabel, que según Lattuada fue el hecho que originó el cambio total en la historia del mundo que entonces se produjo. A pesar de lo cual, TVE no colabora en el proyecto, no obstante el ofrecimiento expreso que la RAI le hizo en su día para ello.

Además de la guapa, escurridiza y hasta el momento arisca Faye Dunaway, que se hizo mundialmente famosa por su intervención en Bonnie and Clyde y que en esta ocasión interpreta a la reina Isabel la Católica, los principales papeles de la película se los reparten los británicos Gabriel Byrne (Cristóbal Colón) y Nicol Williamson (rey Fernando). Aunque en un principio estaba previsto que este personaje lo interpretara Max von Sydow, al final no se llegó a un acuerdo económico con el sueco y fue sustituido por Williamson.

Las caracterizaciones de los padres Marchena y Talavera corren a cargo de Jacques Watson y Elli Walach, respectivamente, después de que Fernando Rey declinara la oferta para hacer de padre Talavera, ante la imposibilidad de soslayar un compromiso anterior. Otros famosos de la pantalla que también intervendrán en la serie son el británico Oliver Red y la italiana Virna Lisi, si bien ninguno de ellos rodará en Granada.

Prohibidas las fotografías

Una presunta exclusiva de rodaje, concedida por la productora a una fantasmagórica empresa italiana de la que nadie sabe el nombre , prohibe, al parecer, la concesión de entrevistas a los principales actores del reparto y ha impedido hasta el momento la presencia legal y consentida de reporteros gráficos en los lugares de rodaje. Una legión de vigilantes se encarga celosamente de cumplir con el supuesto contrato de exclusividad durante el rodaje. Sin embargo, un ayudante italiano de producción confesó ayer a este diario que la prohibición de hacer fotografías sólo responde a una cláusula que, en tal sentido, ha exigido la propia Faye Dunaway para aceptar su papel."La señora está muy cansada para conceder entrevistas", o "en estos momentos se encuentra muy ocupada estudiando el guión", son las excusas que más veces han oído estos días los periodistas que han intentado acceder a la actriz norteamericana en su hotel o en la calle.

Solamente en una ocasión no hizo nada la actriz para evitar el fogonazo del flash, al salir de cenar en el mismo restaurante que lo hacía el rey Juan Carlos, que el pasado fin de semana vino a esquiar a Sierra Nevada.

Otras muchas anécdotas y vicisitudes han plagado las dos primeras semanas del rodaje de Cristóbal Colón en la ciudad andaluza, cuya fecha de finalización está en principio prevista para el próximo 5 de febrero. Entre ellas, no merece ser olvidado el plante que los figurantes granadinos de la película protagonizaron hace unos días en reivindicación de una subida salarial que les compensara las horas de más que diariamente trabajan y las fatigas e inclemencias climatológicas que se ven obligados a padecer. La estampa de los figurantes ateridos de frío con sus trajes cortos y finos de la época, a las seis o las siete de la mañana, cuando todavía es noche cerrada y la temperatura ambiente de Granada permanece por debajo de los cero grados, fue argumento suficiente para ablandar la todavía repleta cartera de Clementelli, que aún tiene que afrontar más de cinco meses de rodaje y "ya tendrá ocasión de preocuparse más adelante de ajustar el presupuesto".

Los figurantes protagonizaron anteayer nuevos incidentes al exigir el abono de horas extraordinarias y amenazar con un encierro en el hotel contratado por la productora. Ambas partes llegaron a un acuerdo, si bien los contratados siguen denunciando presuntos malos tratos, según Europa Press. Un fotógrafo del Diario de Granada presentó denuncia en el juzgado, añade la citada agencia, porque "un miembro de la productora le golpeó y retuvo".