Barcelona abre un mercado para montar zarzuelas y espectáculos de 'music-hall'
El antiguo Mercado de las Flores de Barcelona abrirá hoy sus puertas como teatro municipal con la actuación del grupo Companyia Elèctrica Dharma, que presenta el espectáculo musical Catalluna. La concejala de Cultura, Maria Aurèlia Capmany, inauguró ayer oficialmente el local y anunció que se convertirá definitivamente en teatro municipal. Capmany dijo que tiene el proyecto de producir zarzuelas y espectáculos de music-hall, sin embargo no tiene proyectado, por ahora, ningún espectáculo teatral.Bajo una cúpula inmensa, cubierta con plástico para que las palomas no molesten al personal, Maria Aurèlia Capmany procedió a la inauguración simbólica del nuevo espacio teatral, insistiendo en que se trata de un local para espectáculos múltiples. Como muestra, Pep Bou soplaba burbujas de jabón, los Magicus doblaban bolígrafos de periodistas y sacaban hilos díscolos de la bufanda de la concejala, Tortell Poltrona se paseaba por la cuerda floja y un músico tocaba múltiples instrumentos. El espacio cubierto por la cúpula será el vestíbulo del teatro, explicó la concejala, y allí se instalarán tenderetes de libros y discos para los visitantes. Junto al vestíbulo, el teatro todavía era ayer una cacharrería llena de armazones metálicos y escaleras de cemento sin fraguar. Se espera que esté listo esta misma noche.
En la insólita conferencia de prensa que siguió a la insólita inauguración, Capmany habló sobre la política teatral del municipio. Según Capmany, cuando termine Catalluna no se sabe lo que se hará en el Mercado. Una posibilidad es que se ofrezca el local a Els Comediants, quienes prefieren el palacio Nacional; la otra, que se aborden las obras de remodelación definitivas. Para ello hará falta que se apruebe el presupuesto, de unos 50 millones de pesetas -"son números aproximados", afirmó la concejala, "porque las cifras siempre se me olvidan"-. Las producciones propias del municipio se limitan, en estos momentos, a dos: Orfeo als inferns, la ópera de Offenbach, que se representará dentro de la campaña del Grec-84, y una zarzuela "cuyo nombre no adelanto", a representar en el Liceo durante las fiestas de la Mercé. "Tengo entre ceja y ceja hacer una temporada de zarzuela", afirmó Capmany, "que creo que gusta mucho a la gente y es ya una tradición, aunque sea una tradición importada". Además de zarzuela -Capmany a pedido a Joan Vives y Lluís Llach que le compongan una nueva zarzuela-, el ayuntamiento promoverá espectáculos de music-hall.
Capmany manifestó también que no ha decidido aún si el ayuntamiento participará o no en el Memorial de Teatro Xavier Regàs, aunque en principio se muestra contraria a la idea "porque traer grupos extranjeros está bien, pero habría que promover el teatro catalán". Respecto a la reciente dimisión de Biel Moll como director de los servicios de Teatro y Cinernatografla, Capmany dijo que no recordaba los motivos de su dimisión, pero que le había escrito una carta diciéndole que "era un disparate". La dimisión de Moll y el nombramiento de Joan Maria Gual no están relacionados, según Capmany, ya que el organigrama de Cultura debe ser remodelado.
Capmany afirmó también que las obras del Poliorama han alterado la programación municipal, "pero no mucho porque ya se nos había avisado que empezarían en octubre, aunque luego fue en noviembre, y porque parte de nuestro tiempo lo cedíamos a la Generalitat para la actuación de Flotats". Finalmente, se mostró partidaria de construir el auditorio -"aunque sea un lujo asiático"- y manifestó su comprensión ante el hecho de que la Generalitat ocupe la mayoría de teatros de Barcelona, "porque los ocupa con gente de teatro, no con bomberos o instalando gasolineras".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.