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Tres personas secuestran a la esposa del director de un banco de Granollers y huyen tras cobrar un rescate de 20 millones

Encarnación Ríos de la Maza, secuestrada el martes en su domicilio de Granollers, fue hallada ayer amordazada en un hotel de Sant Cugat después de que su marido, director del Banco de Bilbao en la localidad vallesana, entregara un rescate de 20 millones de pesetas. Hasta la mañana de ayer no se conoció el secuestro, ya que el banquero estuvo toda la noche retenido en su domicilio por uno de los secuestradores. La organización Terra Lliure reivindicó anoche el secuestro en una llamada al periódico catalán Avui pero la policía continúa pensando que se trata de un grupo de delincuentes comunes. Éste es el segundo secuestro de características parecidas que culmina con éxito en Granollers, donde hace un mes y medio fue secuestrada -de forma prácticamente idéntica- la esposa de un auxiliar de ventanilla del Banco Hispanoamericano, liberada tras el pago de un rescate de unos cuatro millones de pesetas.

Encarnación Ríos de la Maza, que se encuentra en buen estado de salud, aunque afectada por un considerable choque emocional, fue hallada amordazada por su propio marido, José Luis Azcárraga Escuder, en el interior de la habitación 206 del hotel Bellaterra, situado en el término municipal de Sant Cugat, junto a la autopista B-30, a las 20 horas de producirse el secuestro.Según la versión facilitada por fuentes policiales, la operación del secuestro se inició el martes alrededor de las 15.30 horas. Dos individuos abordaron en una calle de Granollers a José Luis Azcárraga y le conminaron a que se dirigiera a su domicilio. Tras permanecer unas dos horas en la casa, uno de los asaltantes la abandonó llevándose con él a Encarnación Ríos, de 52 años, mientras el segundo se quedaba amenazando con una pistola al director de la sucursal. Los hijos del matrimonio, de 14 y 11 años de edad, que se encontraban en la casa, no supieron en ningún momento lo que ocurría, según el testimonio de un familiar de la secuestrada.

Amenazado con una pistola

Durante toda la noche, el segundo secuestrador permaneció en la casa, dando tiempo a su cómplice para que efectuara un supuesto largo trayecto con su víctima. Hacia las 10 de la mañana de ayer, después de permanecer durante más de 16 horas bajo la amenaza de una pistola, José Luis Azcárraga fue autorizado por su vigilante a abandonar el domicilio y, tras recibir las oportunas instrucciones, se dirigió a la sucursal bancaria que dirige, situada en el número 7 de la plaza de Maluquer Salvador.

Una vez en el banco, y liberado de la amenaza de la pistola, explicó brevemente la situación al interventor de la sucursal, aunque evitó dar mayor publicidad al suceso, incluso ante sus superiores del Banco de Bilbao, para evitar que los secuestradores tomaran represalias con su mujer, cuyo paradero ignoraba.

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Siempre según el relato policial, Azcárraga cogió 20 millones de pesetas. Y se dirigió en un taxi a un punto indeterminado de la carretera de Granollers a La Roca, donde le esperaban dos secuestradores. Tras hacerles entrega del dinero, fue informado de que su mujer se encontraba en la citada habitación del hotel Bellaterra, donde la custodiaba un tercer miembro de la banda, que huyó al recibir la comunicación de que se había hecho efectivo el rescate.

El banquero se desplazó al hotel, adonde llegó alrededor de las 11.30 horas. Inmediatamente subió a la habitación indicada, donde, efectivamente, encontró a su esposa, que había sido amordazada por su vigilante. Habían pasado 20 horas desde que los dos desconocidos habían abordado a José Luis Azcárraga.

Encarnación Ríos, visiblemente afectada, dijo haber sido tratada siempre con corrección, pero tanto ella como su esposo se negaron a efectuar declaraciones públicas al salir de la comisaría de Granollers donde prestaron declaración, alrededor de la una de la tarde de ayer.

Según el comisario responsable de la investigación, los secuestradores parecen delincuentes habituales, pese a que por su actuación podría deducirse que se trata de profesionales muy experimentados. La policía ha descartado móviles políticos.

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