Euskadi como cuestión de Estado

En torno al artículo publicado el pasado día 26 por Fernando Savater se me ocurren las siguientes puntualizaciones:1. ¿A qué viene esa diferencia teórica entre el nacionalismo y conciencia nacional? ¿Cómo se concreta eso hoy en Euskadi? ¿Por qué no acompaña el autor los datos a las teorías? Aunque no lo dice explícitamente, parece que los nacionalistas en sentido peyoratívo son "los ultraconservadores del PNV, los epilépticos de HB", "el seudonacional clericalismo emboinado del PNV o el delirio marxista-jomeinista de HB", "ETA y sus estúpidas comparsas" "son grupos de mala fe cazurra".

Si esto es así en Euskadi, ¿quién tiene la conciencia nacional?

2. ¿Por qué F. Savater, el intelectual, el filósofo, el ensayista, se pone nervioso cuando habla del problema vasco? ¿Por qué insulta?

Acaso no es una pena que un hombre de su categoría no sepa bajar a la arena y guardar el mismo equilibrio científico con los datos y con los hechos?

3. ¿Por qué ese empeño del autor en enfrentarnos a los militantes del PNV y de HB contra lo español? ¿Por qué Savater no distingue entre el ciudadano español de a pie, a quien admiramos y queremos, y sus representantes centralistas y nacionalistas en sentido peyorativo?

4. Es respetable como opción política concreta el análisis que hace el autor sobre la lucha armada de ETA y la cuestión militar en Euskadi.

Ahora bien:

a) ¿Se da cuenta el autor de que la crítica a lo militar sólo va por un bando?

b) ¿Es consciente Savater de que la opinión contraria a la suya sobre la lucha armada no cabe dentro de la libertad de expresión y de la democracia de la que tanto habla en su artículo?

¿Por qué no ha citado también a Bergamín cuando hace unos meses, en el libro Negociar, decía: "No cabe solución ni superación del estado actual de Euskal Herría más que en y por la lucha armada"?

Con mucho gusto el que suscribe y otros muchos conversaríamos con Fernando Savater para ayudarle a superar demonios familiares, tópicos teóricos, esquemas establecidos y a desentrañar en profundidad palabras como autodeterminación, independencia, socialismo y conciencia nacional.

¿No será bueno recordarle a nuestro prestigioso filósofo que la mejor teoría es la que parte de los hechos, de los datos, de la vida? /