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General Eléctrica, segunda multinacional de bienes de equipo que suspende pagos

La empresa General Eléctrica Española, SA, en la que la multinacional norteamericana General Electric Company es el principal accionista, presentó ayer expediente de solicitud de suspensión de pagos en el Juzgado número 4 de Bilbao, según una nota oficial de la compañía. Es la segunda empresa multinacional del sector de bienes de equipo eléctrico en España que recurre a este tipo de acción en dos meses, tras el anuncio de una moratoria en el programa nuclear y el retraso en la aproba ción por el Gobierno del plan de inversiones ferroviarias.La decisión fue adoptacla por unanimidad el pasado lunes en Bilbao, sede social de la empresa, después de sendas reuniones del comité ejecutivo y de administración. El presidente, Juan Ignacio Trillo, emprendió ayer viaje a Estados Unidos, aunque fuentes de la empresa señalaron que se trataba de un viaje habitual de primeros de año. El pasivo declarado as ciende a 12.700 millones.

La principal razón aducida por la empresa, en una nota facilitada anoche a la Prensa, es "la no realización de una reestructuración sectorial consecuente con una definición de política industrial para el sector". Esta crítica implícita a la política industrial del Gobierno enlaza con la supensión de pagos anunciada hace dos meses por Westinghouse, SA, filial de la multinacional norte americana del mismo nombre, que esgrimio razo nes muy parecidas.

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General Eléctrica justifica la suspensión de pagos por el retraso en la reestructuración del sector de bienes de equipo

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General Eléctrica Española, con una plantilla de 2.729 empleados e instalaciones en Galindo (Vizcaya), fabrica, fundamentalmente, bienes de equipo eléctrico, tales como maquinaria rotativa, turbinas centrales, calderería, transformadores de potencia y distribución, aparallaje de condesadores, motores y turbogeneradores.

La nota de la empresa señala que la suspensión de pagos de la compañía "ha venido prácticamente obligada por su situación financiera que, a pesar del proceso de reestructuración que ha sufrido la sociedad en los últimos años, no ha podido ser superada". Añade que esta incapacidad para superar la situación financiera "se debe básicamente a tres circunstancias: la constante caída de la inversión en bienes de equipo eléctricos de España, el encarecimiento de los costes financieros y, sobre todo, la no realización de una reestructuración sectorial consecuente con una definición de política industrial para el sector".

El activo de General Eléctrica Española, SA, en el momento de la presentación de la suspensión de pagos, se eleva a, 15.000 millones de pesetas, y el pasivo, a 12.700 millones, con lo que el activo neto se sitúa en los 2.300 millones de pesetas. Este activo supera ampliamente el capital social de la compañía, que asciende a 1.191 millones de pesetas. La sociedad registró unas pérdidas de 82 millones de pesetas en 1982, esperando para el último año un ejercicio en la misma línea. Las ventas en 1983 alcanzaron los 11.200 millones, un 7% más que el año anterior.

"No obstante", especifica la nota, "la evolución de la cartera de pedidos que a lo largo del ejercicio ha presentado una tremenda desviación con respecto a la prevista en la reestructuración de la empresa, ha alcanzado solamente 1500 millones de pesetas, cuando en dicho plan estaban previstos 16.500 millones de pesetas". "Esta circunstancia", añade, "que define claramente la imposibilidad de continuar en la actual situación la actividad empresarial en 1984, es la que ha motivado la presentación de la suspensión de pagos".

En esta misma línea, la suspensión de pagos de la compañía "debe ser una medida cautelar, que haga. posible desarrollar a tiempo y en la mayor rapidez el proceso de definición de política sectorial y de reestructuración iniciado hace bastante tiempo y cuyos primeros planteamientos datan de mayo de 1980".

En General Eléctrica Española, SA, participan dos compañías extranjeras -General Electric Company y Alsthom Atlantique-, que tienen, respectivamente, el 28% y el 20% del capital social. El resto de este capital es propiedad de distintos accionistas españoles.

Intereses contrapuestos

La suspensión de pagos de General Eléctrtica coincide, por otra parte, con el clima de enfrentamiento que se vive en el sector de bienes de equipo eléctrico, entre empresas españolas y multinacionales, con motivo de la reconversión industrial. Juan Ignacio Trillo, presidente de General Eléctrica y presidente de Sercobe, la asociación de fabricantes de bienes de equipo, advirtió en la última asamblea anual de esta organización que el sector no resistiría seis meses más sin un plan global de viabilidad. Ayer, estas palabras eran recordadas por fuentes de la empresa y de Sercobe.

Los fabricantes de bienes de equipo eléctrico -28 empresas, 15.800 trabajadores y una cifra anual de negocios de 67.940 millones de pesetas- están divididos en dos posiciones claras, una defendida por las multinacionales que dominan el sector y otra por las pequeñas empresas españolas, polarizadas en torno de los distintos borradores de planes de reconversión que deben presentarse al Ministerio de Industria.

La Administración, por su parte, y según fuentes de Sercobe (Asociación Nacional de Fabricantes de Bienes. de Equipo) ya ha prometido que el equipo eléctrico, un sector atomizado que debe emprender algún tipo de concentración para aumentar su productividad, podrá beneficiarse de las medidas previstas en el decreto-ley de reconversión industrial.

Las cuatro grandes empresas multinacionales del sector (Westinghouse, General Eléctrica, Siemens y Brown Bovery), que conjuntamente aseguran una facturación anual de 44.515 millones de pesetas (el 65% del total), y aseguran el empleo de 10.821 trabajadores (el 68% del total), presentaron en solitario un plan de reestructuración para bienes de equipo eléctrico a la Administración. Las empresas españolas, que temían que la mayor potencialidad de las multinacionales supusiera la desaparición de las factorías más débiles, se opusieronal citado plan.

Todas las empresas son conscientes de la necesidad de la reconversión (la demanda del sector ha caído un 40% en los dos últimos años), pero el enfrentamiento entre fabricantes españoles y multinacionales retrasa su puesta en marcha. El Ministerio de Industria, según Sercobe, solicitó'en abril a AMFE (la patronal del sector, integrada en Sercobe) un estudio sobre la reconversión. Como General Eléctrica ostenta la presidencia de Sercobe, Siemens la de AMFE, y Westinghouse es miembro de la dirección de esta última patronal, estas empresas tomaron las riendas de las negociaciones con Industria. Después se unió a ellas Brown Bovery. Este grupo solicitó a Mckinsey un informe de situación para entregarlo a Industria.

Los empresarios españoles, por su parte, califican la situación de muy grave en equipos eléctricos y denuncian que las multinacionales están presionando al Gobierno con acciones como la presentacion de suspensión de pagos de Westinghouse, acción que se ha querido enmascarar como una reacción de la sociedad norteamericana por el parón nuclear. Un hecho similar, en este caso con el retraso en la aprobación de las inversiones ferroviarias, sería el de General Eléctrica. El enfrentamiento llegó a la propia patronal AMFE, en cuya asamblea general los españoles votaron por primera vez en contra de las multinacionales y se negaron a que Mckinsey -otra multinacional- se responsabilizara del estudio de reconversión.

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