El fiscal pide 25 años de cárcel para Manuel Pérez por matar a su esposa embarazada
El próximo 12 de enero, Manuel Pérez Pulido se enfrentará en la Sección Cuarta de la Audiencia de Barcelona a una petición fiscal de 25 años, ocho meses y 17 días de cárcel, como autor responsable de la muerte de su esposa, Magdalena Garrido Corpas, que en el momento del crimen se encontraba embarazada de cinco meses. El ahogado defensor del acusado sostiene que éste cometió el crimen en un estado de trastorno mental transitorio. El suceso culminó una larga historia de desaveniencia matrimonial que la víctima no quiso ver culminada con la separación.
El fiscal solicita los 25 años de cárcel por los delitos de parricidio y aborto, además de una falta de lesiones a María Dolores Pérez, hermana del procesado, que se encontraba haciendo compañía a la víctima en el momento del suceso.La acusación particular, por su parte, reclama 34 años, dos meses y 16 días de prisión por los mismos delitos, mientras que Joan Castelló, el abogado defensor, mantiene la tesis de que su representado cometió el asesinato bajo los efectos de un estado de "trastorno mental transitorio". El procesado, Manuel Pérez Pulido, nació el 14 de abril de 1950 en Baena (Córdoba). Desde muy joven entró a trabajar como agente de aduanas en Barcelona y llegó a cobrar un sueldo de más de 100.000 pesetas.
Según Joan Castelló, su defendido demostró durante toda su vida una actitud paranoica. Unos años antes del suceso, Manuel Pérez fue internado en la clínica Platón para un reconocimiento del riñón, y en el momento en que las enfermeras le trasladaban a una ambulancia, el encausado se fugó ataviado con el batín blanco del centro hospitalario, paró a un taxi y obligó al taxista a que le llevara a un lugar no determinado. Al poco de emprender el viaje, se arrojó del vehículo en marcha, preso de un ataque de nervios.
Después de ser detenido por la policía fue ingresado en el hospital Clínico, donde permaneció internado, por espacio de dos semanas, del 12 al 27 de mayo de 1981. Durante el internamiento se le suministró un tratamiento psíquico con fármacos. Los médicos diagnosticaron que el procesado había sufrido un "episodio delirante agudo".
Tras la crisis nerviosa, Manuel Pérez entró en un estado depresivo, agravado por la dificultad de convivencia con su esposa Magdalena Garrido, situación que indujo al procesado a solicitar reiteradamente la separación matrimonial, a lo que su mujer se negaba por no estimarla necesaria, dando lugar con ello a numerosas discusiones. El encausado vivía obsesionado con la idea de que su mujer le engañaba con otro hombre.
El día del crimen
El día 12 de septiembre de 1982, Manuel Pérez se levantó nervioso, debido a que padecía desde hacía tiempo dolores lumbares y cervicales que no le dejaban dormir. Durante la comida el procesado sostuvo, una vez más, una fuerte discusión con su esposa Magdalena referida a su situación matrimonial.Sobre las siete de la tarde se reprodujo la discusión sobre la separación matrimonial. Con anterioridad, Manuel Pérez había intentado suicidarse con una escopeta de caza, pero en el momento en que iba a apretar el gatillo fue sorprendido por su hija menor. Tras la discusión, mientras Magdalena Garrido salía a la terraza con su cuñada, el procesado se dirigió a una de las habitaciones del piso para coger una escopeta de repetición marca Baretta. Introdujo un cartucho en la cámara y tres más en el cargador y se dirigió con el arma al comedor. A dos metros de la cristalera que separaba la terraza de la vivienda, efectuó cuatro disparos seguidos en dirección a su esposa.
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