Enseñantes estatales discriminados
El Gobierno socialista penaliza a sus funcionarios. Ahora les toca a los enseñantes: so pretexto de mejorar la calidad de la enseñanza, les obliga, sin previo aviso, a permanecer un mínimo de dos años en el puesto de trabajo en que estén destinados. Esto causa innumerables problemas a nivel personal, familiar y profesional. Un ejemplo hipotético: un profesor natural de Almuñécar y destinado en Rentería desde hace un año no tiene posibilidad de volver el próximo curso a su tierra, pero los que aprueben las oposiciones este año podrán solicitar cualquier plaza vacante. El estado de ánimo de este hombre para desarrollar su trabajo, evidentemente, no va a ser el óptimo teniendo su familia a 1.000 kilómetros y viendo cómo un novicio en la profesión entra a trabajar en la escuela o instituto de su pueblo.Las reformas del funcionariado y de la enseñanza no deben hacerse a golpe de nuevo horario, que después no se cumple; a golpe de programaciones, que después no se leen; ni a golpe de improvisación, que suele derivar en chapuza. Soy consciente de la necesidad de muchas reformas educativas, así como de crear condiciones favorables en todos los ámbitos para la mejora de la enseñanza. Una de estas condiciones es la de trabajar a gusto. No piensen ustedes, señores del ministerio, que el profesor español cuando se traslada lo hace por una fuerza ciega que le incita al nomadismo y a la trashumancia.
Desde la implantación de la democracia, mi voto siempre ha ido para los socialistas. En las próximas elecciones también será para ellos. Sólo les pido que en los pequeños problemas, como éste, actúen con prudencia y, sobre todo, sosieguen, y no cometan arbitrariedades. /
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