Arafat convierte su huida de Trípoli en una gira diplomática por diversos paises arabes

El transbordador griego Odysseus Elytis, a bordo del cual viajaba el presidente del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, llegó ayer a Port Said. El dirigente palestino efectúa en Egipto la primera escala de su éxodo, iniciado el martes en la ciudad libanesa de Trípoli, junto a 4.000 combatientes que le son leales y 1.000 civiles. Posteriormente, parece que efectuará una rápida gira por Tunicia, Argelia, los dos Yemen, Jordania y Arabia Saudí.

Arafat pretende recuperar, por la vía diplomática, parte del protagonismo y la influencia política perdidos con la derrota militar sufrida en Líbano frente a los disidentes de su propia organización, apoyados por Siria y Líbano.El presidente egipcio, Hosni Mubarak, se mostró ayer dispuesto a mantener una entrevista con Arafat y recordó que ya le había invitado a visitarle. Las relaciones de la OLP con Egipto han pasado por una fase de frialdad, cercana a la ruptura, tras la firma, en 1979, del tratado de paz egipcio-israelí. Otro de los barcos que participan en la operación, el Santorini, era esperado también ayer en Port Said.

Tras su escala en Egipto, Arafat viajará, al parecer hoy mismo, a Tunicia, donde se entrevistará con el presidente Habib Burguiba. Este país acogerá a unos 300 combatientes palestinos, que llegarán a bordo del Ionian Glory, tras hacer escala en Larnaca. Inmediatamente después, el líder palestino se entrevistará en Argelia con dirigentes de este país, que dará refugio a 550 de los evacuados de Trípoli.

El resto de los evacuados de Líbano viajará a Yemen del Norte, Sudán, Irak y, quizás, algún otro país árabe. Un representante de Al Fatalí (principal movimiento de los que componen la OLP) en Arabia Saudí ha desmentido que este país pueda acoger a parte de los palestinos. Sin embargo, Irak, un país que no figuraba entre los refugios previstos inicialmente, acogió ayer mismo a varios cientos de combatientes y civiles llegados por vía aérea desde Larnaca (Chipre), a donde les condujo el barco Naxos. El destino final del Virginia, el otro barco participante en la operación, auspiciada por las Naciones Unidas, será, al parecer, Sudán.Los disidentes de la OLP, responsables directos de la salida de los palestinos leales a Arafat de Líbano, aseguraron ayer, por su parte, en un comunicado hecho público en Damasco, que la operaci6n ha supuesto para Arafat "una derrota política y militar". Según la misma fuente, tan sólo 1.700 personas han seguido al líder palestino y "muchos combatientes se han negado a partir para el exilio" y han preferido continuar en Líba,no "para hacer frente al enemigo sionista, y son numerosos los que se han unido a las filas de los disidentes".

La conmoción sufrida por la OLP a causa de los enfrentamientos entre leales al liderazgo de Arafat y disidentes puede provocar un intento de clarificación a cargo del Consejo Nacional Palestino (CNP, Parlamento de la OLP). El presidente del mismo, Jaled el Fahum, ha declarado, en una entrevista concedida en Damasco y publicada ayer por The New York Times, que intenta, con el apoyo de otros dirigentes, organizar una reunión de urgencia de todas las organizaciones palestinas para tratar de "impedir la desintegración del movimiento". El riesgo, en su opinión; es que haya dos OLP, lo que significaría que no habría ninguna. Asimismo, considera que la derrota militar de Arafat no significa que la OLP, formalmente, haya estallado.

La evacuación de los combatientes palestinos de Trípoli ha provocado también una airada reacción en Israel. Ayer, el primer ministro, Isaac Shan-úr, expresó su "extrañeza e indignación ante la ayuda acordada por potencias amigas" a la operación. Shamir negó que hubieran existido desacuerdos sobre la cuestión con el ministro de Defensa, Moisés Arens (en contra de rumores, e incluso ciertas evidencias, en contrario) y prometió "golpear a los terroristas palestinos allí donde se encuentren".