Los niños, manipulados
Para este fin de semana se han convocado diversos actos de protesta en contra de la LODE. Sus promotores, más influyentes que numerosos, tratan de utilizar y monopolizar abusivamente nombres de grupos, personas, creencias o instituciones para lanzarlos a la protesta callejera o la presión directa. El derecho a manifestarse no debe ser negado a nadie. Pero, igual que es rechazable la existencia de piquetes coactivos en las huelgas laborales, hay que criticar aún con más energía que en muchos colegios privados se esté utilizando y movilizando a los niños para acudir a actos y manifestaciones de protesta contra la LODE. Es vergonzoso que se politice de esta manera a niños y se coaccione a sus padres, precisamente instigados, y casi obligados, por quienes tratan de evitar "la politización de la enseñanza". ¡Bonita paradoja!La campaña demagógica llega al extremo de presentar la LODE, como "atea", "anticristiana" o "marxista", estúpidamente afirmando "que se va a prohibir la enseñanza privada en España". No se dice, en cambio, que la derecha en cualquier país europeo o sus empresarios de la enseñanza hubieran recibido alborozados una normativa como la de esta futura ley y el apoyo que proporciona a la enseñanza privada. Ocurre, sin embargo, que algunos de los defensores de la enseñanza privada en contra de la LODE no defienden otra cosa que puros privilegios empresariales y temen la competencia que pueda hacerles, en el futuro, la enseñanza pública. De hacerles caso, habría que cerrar los colegios públicos para que todos los escolares acudieran a centros privados.( ... )
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.