Al menos dos de las obras de arte que se instalaron en Barajas fueron compradas por Propac a sus autores
Dos de las obras de arte instaladas en el aeropuerto de Barajas con motivo de la remodelación de la terminal nacional efectuada para el Mundial-82 fueron adquiridas a sus autores por Promoción del Patrimonio Cultural (Propac), sociedad anónima fundada y presidida por el democristiano José Luis Alvarez, uno de los tres ministros de Transportes, Turismo y Comunicaciones bajo cuyo mandato se efectuó dicha remodelación. El escultor Pablo Serrano y el pintor José Luis Verdes han confirmadoa EL PAIS que fue Propac la empresa que les compró las obras suyas instaladas en el aeropuerto madrileño.
Este hecho contradice, lo afirmado por José Luis Álvarez a este periódico el pasado sábado. Alvarez aseguró que Propac sólo suministró una obra de las 100 que aproximadamente se instalaron en Barajas con motivo de las obras del Mundial-82. El ex ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones dijo que sólo la escultura de Pablo Serrano provenía de los fondos de Propac. Esa declaración de Álvarez fue confirmada por Aurelio Biosca, propietario de la madrileña galería Biosca, proveedora oficial del Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones de los murales, esculturas y pinturas instalados en Barajas.
Al mismo tiempo, José Luis Alvarez afirmó que en Propac, sociedad fundada en 1974 y extinguida hace algunos meses, sólo tuvo una participación minoritaria. Sin embargo, su nombre aparece en el Registro Mercantil de Madrid como el de uno de los fundadores de la sociedad, uno de los seis miembros de su consejo de administración y su presidente. En medios artísticos madrileños es conocida la estrecha vinculación de José Luis Álvarez con Propac, que tuvo su primera sede en la plaza del Marqués de Salamanca y luego adquirió un palacete en la calle de Casado del Alisal. Propac se dedicó a la compra, restauración y posterior venta de edificios singulares madrileños y a la organización de exposiciones comerciales de obras de arte.
El escultor Pablo Serrano ha confirmado que su escultura en bronce, de tema abstracto con elementos figurativos, instalada en el aeropuerto madrileño, le había sido comprada por Propac, que, al parecer, luego la entregó a la galería Biosca. El trabajo de José Luis Verdes titulado El mito de la caverna, que ganó el primer premio de la bienal de Sao Paulo en 1975 y que ahora está expuesto en Barajas, había sido asimismo comprado por la sociedad que presidía José Luis Álvarez, según ha declarado el artista. Verdes ha añadido que se mostró sorprendido cuando un amigo escultor le informó de que El mito de la caverna podía verse en las dependencias de la terminal nacional del aeropuerto.
El coste de las obras de arte instaladas en Barajas en la primavera de 1982 ascendió a unos 70 millones de pesetas, el 1% de la inversión total efectuada con motivo de las reformas efectuadas para el Mundial-82, que en su mayor parte se destinaron a mejorar la atención a los viajeros y a decorar el aeropuerto.
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