Un diarió de Viena afirma que Montserrat Caballé se retiró de escena porque no queria cantar su papel
La familia de la cantante desmiente la versión de 'Die Presse' y el médico dice que no hubo ataque cardiaco
El percance sufrido el sábado por Montserrat Caballé durante la representación del tercer acto de la obra Andrea Chénir en la Opera de Viena ha dado lugar a una cierta confrontación de versiones sobre lo sucedido. La mayor parte de la prensa vienesa no acepta la explicación de un ataque cardiaco de la cantante y, concretamente, el diario Die Presse la acusa de haberse retirado por discrepancias con la ópera de Viena. El hermano de la cantante dice que ya estaba indispuesta la semana pasada, y su médico afirma que no hubo crisis cardiaca, sino 'tensión de trabajo'.
La indisposición sufrida el sábado por Montserrat Caballé en Viena no fue un ataque cardiaco, sino "ciertas variaciones de tensión arterial que le produjeron una situación molesta, en la cual no veo ningún peligro ni gravedad. Seguramente, todo se debió a la tensión del trabajo, pero Montserrat Caballé volvió ayer a Barcelona muy tranquilizada y se recuperará perfectamente después de unos cuantos días de reposo", según declaró ayer a EL PAIS el doctor Tintoré, médico personal de la cantante catalana.Como ya informábamos ayer, Montserrat Caballé se retiró de escena el sábado por la noche cuando se hallaba representando el tercer acto de la ópera Andreas Chénier, de Umberto Giordano en el Teatro de la ópera de Viena. La soprano, según el testimonio del crítico musical del diario vienés Die Presse, Franz Endler, estuvo mal desde el principio de la obra; luego llegó un momento en que no consiguió el tono, bajó los brazos y se retiró".
Según el diario popular vienés Kronenzeitung, la soprano "estaba disgustada porque el tenor principal había sido sustituido por un suplente". El diario Kurier, por su parte, recordaba que "la Caballé es conocida por sus indisposiciones repentinas en escena". Sin embargo, es Die Presse, el diario más prestigioso de Austria, quien arremete más enérgicamente contra la cantante y la ópera de Viena. Franz Endler, crítico musical de Die Presse, afirma que "la primera irregularidad fue cometida por Lorin Maazel, el director de la ópera de Viena, que se marchó a Milán a dirigir Turandot y se llevó al mejor tenor, Nicola Martinucci, dejando para Andrea Chénier un suplente que no sólo es notoriamente malo, sino que está completamente incapacitado para este papel". Endler concluye que "Montserrat Caballé no estaba satisfecha con el tenor ni con su propio papel y decidió retirarse". La familia de la cantante, a través de su hermano y agente artístico Carlos Caballé, desmintió rotundamente a este diario la interpretación de los hechos ofrecida por la prensa de Viena, y en especial por Die Presse. Según Carlos Caballé, la cantante y sus representantes conocían ya de antemano las circunstancias que rodeaban la representación vienesa de Andrea Chénier y la cantante no estaba en absoluto disconforme ni con el papel ni con el resto del reparto. La "subida de tensión" experimentada por Montserrat Caballé en escena era lógica, pues tuvo la tensión muy alta durante toda la semana pasada, hasta el punto de que debía salir hacia Viena el martes y no pudo hacerlo hasta el jueves por orden del médico".
Presión del trabajo
Tanto el hermano de Montserrat caballé como su médico personal, el doctor Tintoré, coincidieron en que la versión inicial e ataque cardiaco dada en Viena se debió a que este fue el diagnóstico de urgencia emitido por el médico de guardia en la ópera "Luego", afirmó el doctor Tintoré; "se vió que sólo se trataba de variaciones de tensión ocasionadas por la fatiga y la propia presión del trabajo".
En cuanto a los efectos que este percance pueda tener en la voz de la cantante catalana, el doctor Perelló, especialista en cuerdas bucales que la atiende desde hace 30 años, comentó que "si es una cosa leve, no tiene por qué afectarla en lo más mínimo". El doctor Perelló afirmó que "Montserrat Caballé es mujer de salud general frágil, pero tiene una laringe realmente excepcional, de las que pocas veces se ven. En 30 años de visitas, sólo he tenido que tratarla dos veces de cosas un poco serías (una hace 5 ó 6 años y la otra hace un año o año y medio) y las dos veces, la causa eran trastornos circulatorios que le habían afectado las cuerdas vocales".
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