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La Residencia Virgen del Lluc, de Palma, asegura que la asistencia a Pedro Mas fue correcta

El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones para la Lucha contra las Enfermedades del Riñón (ALCER), Pedro Mas, falleció "previsibiemente a consecuencia de un fallo cardíaco", según fuentes oficiosas del complejo sanitario Virgen de Lluch, de Palma de Mallorca, que ha querido matizar la "absoluta indicación de toda la asistencia médica que recibió el paciente durante los 20 días que estuvo ingresado". Estas declaraciones salen al paso de las acusaciones del hermano del fallecido, que apuntaban a la posibilidad de que Pedro Mas hubiese recibido un tratamiento post-operatorio inadecuado.

Uno de colaboradores de Pedro Mas en la creación de dos centros de diálisis en régimen de cooperativa "para romper el monopolio de la Policlínica Miramar", declaró ante el juez que el fallecido le había expresado su voluntad de que se le practicase una autopsia en caso de no sobrevivir a la operación. Esta circunstancia, el hecho de que de los cinco enfermos trasplantados durante este año hayan fallecido tres, y la existencia de intereses privados relacionados con los tratamientos de diálisis a los enfermos del riñón han dado una extraordinaria dimensión al caso y a los problemas del tratamiento de los'afectados por enfermedades del riñón.La opinión clínica de los servicios de Nefrología y Urología del Virgen de Lluch concreta la causa del fallecimiento de Pedro Mas en "una muerte eléctrica, es decir un fallo cardiaco originado por tres causas posibles: infarto, arritmia o taponamiento por derrame pericárdico".

Pedro Mas ingresó en el centro sanitario para ser intervenido de trasplante renal el 3 de noviembre, "evolucionando favorablemente a los tratamientos que se le suministraron", según las mismas fuentes.Pero veinte días más tarde "se le detectó un fuerte descenso del hematocrito (anemia aguda), por lo que se decidió practicarle una gastroscopia", procedimiento de observación interna del duodeno mediante un tubo introducido por el esófago.

Esta observación confirmó, según "estas fuentes, la existencia de una fluerte hemorragia, "haciéndose necesaria la intervención quirúrgica inmediata, que presentó un cuadró de úlcera duodenal aguda, resuelto con sutura". Doce horas más tarde -a las 5.00 horas del día 23- Pedro Mas presentaba "un fallo cardíaco que le produjo la muerte". "No podemos tener la certeza absoluta, pero dadas las circunstancias clínicas del fallecimiento, sospechamos la concurrencia de este motivo", añade el informe.

Las mismas fuentes explicaron que es muy frecuente que los enfermos renales sufran pequeños trastornos de tipo cardíaco, que por su levedad no contraindican una intervención de trasplante. "Estos enfermos no tienen afectada la función renal solamente, porque esta insuficiencia perjudica a todo el organismo en general, y ello condiciona el resultado final del tratamiento. Aunque la solución deseable para el enfermo renal que se dializa sea el trasplante, para anular su dependencia de la máquina y poder hacer una vida casi normal, este tipo de intervenciones quirúrgicas presenta diversas dificultades en la recuperación total del enfermo, que pueden ser corregidas en un porcentaje muy elevadomediante el tratamiento posterior".

La dirección del centro Virgen de Lluch ha corroborado la "indicación, las pruebas complementarias y la intervención quirúrgica", calificándolas de "perfectamente indicadas".

Acusaciones mutuas

El presidente del consejo de administración de la Policlínica Miramar de Palma de Mallorca, Miguel Dalmau, ha calificado de "absolutamente falsas todas las acusaciones" que-el diputado socialista balear Joan March, hizo en los últimos días acerca de las presiones y amenazas que sobre los enfermos renales realizan los nefrólogos que les atienden, así como el intento de monopolio del servicio de diálisis, y las implicaciones de falsificación de documentos.Dalmau ha manifestado tener documentos que según él demuestran "numerosas irregularidades" de Pedro Mas como presidente de ALCER de Baleares. "Por ejemplo, el fallecido había solicitado 42 millones de pesetas al Consell Insular de Mallorca, a nombre y con impresos de ALCER, para montar los dos clubes cooperativos de diálisis en Inca y Manacor (Mallorca), que están formados por cinco socios solamente, sin conocimiento de la junta directiva de la asociación".

Las acusaciones y denuncias realizadas por el diputado socialista Joan March fueron interpretadas por Dalmau como un intento de desviar el problema: "Pretende que se cancelen los conciertos que la Policlínica Miramar tiene suscritos con el Insalud, referidos a los servicios de Medicina nuclear, Oncología y Nefrología, y si ésto llega a ocurrir, no nos quedará,más remedio que solicitar una regulación de empleo y despedir a la mitad de los 300 trabajadores que tiene nuestro hospital".

Responsabilidad penal

"Yo no estoy en contra del PSOE", añadió Dalmau, "porque mi partido -el PDL- es el más próximo a su ideología socialdemócrata. Estoy contra el diputado Joan March. Si se demuestra que la gestión de Pedro Mas y otros cuatro miembros de la junta directiva de ALCER incurren en responsabilidades penales, y todas las actas notariales y documentos que he reunido están en manos de mi abogado, entonces Joan March será cómplice de estas irregularidades".Los documentos de Miguel Dalmau son un talonario de cheques firmado en blanco y un acta notarial en la que explica la existencia de letras de pelota por valor de dos millones de pesetas "libradas y avaladas por el propio Pedro Mas, y descontadas por la sucursal del Banco de Sabadell en Palma de Mallorca". Otros documentos que dice poseer Dalmau son tres certificaciones falsas, "por las que la junta directiva de ALCER concedía plenos poderes a su presidente, Pedro Mas". Si se demuestra ante un juez que esto no es cierto, "deberé ir a la cárcel, porque soy consciente de la gravedad de mis acusaciones", señala Dalmau.

Lo primero que se tenía que hacer, según Miguel Dalmau, es auditar a la asociación ALCER, pero esto lo está tratando de impedir Joan March. Hay un censor jurado de cuentas que ha intentado tres veces auditar a ALCER y no lo ha conseguido".

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