Bokassa quiere permanecer en Francia, pero está dispuesto a regresar a su país
El ex emperador centroafricano Jean-Bedel Bokassa, que llegó el pasado domingo a París, rechazó ayer "toda oferta de asilo en el extranjero" y pidió la autorización para permanecer en Francia, declarándose dispuesto a regresar a su país."Pido la autorización para permanecer en Francia, pero quiero que el pueblo centroafricano sepa que estoy dispuesto a regresar a mi país para servirle o para retirarme allí en condiciones indispensables para mantener mi seguridad y la paz social", señaló Bokassa en un comunicado leído por su abogado.
"Declino", agregó el ex emperador centroafricano en su comunicado, "todo ofrecimiento de asilo político en el extranjero, excepto en el caso de mi patria centroafricana o de Francia, mi país de origen".
Según las informaciones recogidas ayer, Bokassa quiere instalarse definitivamente en su castillo de Hardricourt, situado en la región parisiense, y vivir con los ingresos que le proporcione la explotación de una finca agrícola. El ministro francés de Asuntos Exteriores, Claude Cheysson, declaró ayer que "no era deseable" que Bokassa permanezca en Francia, ya que las autoridades francesas "buscan otro país que quiera recibirle".
El ex emperador Bokassa encarna la imagen de un personaje que la Prensa internacional denunció muchas veces como "un dictador bufón y trágico". Autoproclamado emperador el 4 de diciembre de 1976, fue destituido el 21 de septiembre de 1979 por su consejero, David Dacko, con el apoyo de Francia.
Objeto de la reprobación internacional, Bokassa, tras cuatro años de exilio en Costa de Marfil, niega haber cometido los crímenes por los cuales fue condenado a muerte en la capital centroafricana. La principal acusación fue la matanza de estudiantes denunciada por Amnistía Internacional en mayo de 1979.
