Detenido el general italiano Santovito, ex jefe de los servicios secretos
El general de Infantería Giuseppe Santovito, ex jefe de los servicios secretos militares italianos (SISME), fue detenido la noche del jueves en su casa de Roma, situada en el aristocrático barrio de Parioli.La noticia debía haber permanecido secreta por el momento, pero la importancia del cargo que tenía el general hizo que saltara en seguida a la calle. Por ahora no existe una versión oficial acerca de los motivos que han llevado a la cárcel al que desde 1978 a 1981 fue el responsable en este país de los altos secretos militares, pero al parecer se trata precisamente de violación de dicho secreto militar.
Lo que sí se conoce es un gran número de sospechas que recaen sobre este hombre. Primero, su nombre y apellidos fueron hallados en la lista negra de la logia secreta Propaganda 2 (P-2), de Licio Gelli, y por ello fue alejado de su cargo con la excusa de que había llegado a la edad de jubilación, habiendo nacido en 1918.
Que las sospechas de una implicación del general en las vicisitudes más oscuras de los últimos años de la vida italiana parecían fundadas lo demuestra el hecho de que la comisión parlamentaria que indaga sobre Gelli y su logia le había interrogado ya tres veces, y una de ellas llegó a acusarle de falso testimonio.
De cometer el mismo delito había sido acusado por el magistrado Renato Squillante cuando el general Santovito fue interrogado sobre la desaparición en Líbano de los dos periodistas italianos Toni y Graziella di Palo.
El general había sido interrogado precisamente sobre este asunto varias veces en los últimos días por los jueces de Roma. Y por si fuera poco, Santoviti se había visto acusado por los jueces de Venecia por tráfico ilegal de armas, por el escándalo del petróleo y por sus conexiones con los personajes claves del caso Roberto Calvi, el banquero italiano ligado a la P-2 que se suicidó en Londres.
Sin embargo, cuando fue detenido -el jueves a medianoche, cuando ya se había acostado- exclamó: "Es absurdo, caigo de las nubes".
Sus abogados han pedido la libertad provisional del general porque sufre de cirrosis hepática.
Su esposa gritó a los carabineros que fueron a detenerle: "Tres años, de persecuciones han hecho pedazos el hígado de mi marido".
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