Tasas inventadas y cuentas bancarias en las que no se ha averiguado el movimiento de fondos públicos
El caos administrativo y las irregularidades del Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (Cedeti) culminan en la pérdida de su razon de existir: las subvenciones del Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo. Mientras por indolencia o dejadez se dejan de percibir Ias ayudas internacionales, los fondos públicos aportados por el Estado y los que irregularmente se recaudan procedentes de tasas inventadas se gestionan en cuentas privadas cuya existencia se desconocía en el propio Cedeti cuando llegaron los auditores de la Intervención General del Estado.
Los recursos del Cedeti proceden fundamentalmente de las subvenciones del Estado y del exterior (estas últimas, relacionadas con el préstamo del Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo). El resto de los ingresos se obtiene de unas tasas inventadas que se cobran a las empresas por .evaluación de proyectos". Durante 1982, reseñan los auditores, el Cedeti no contó con subvención alguna del Banco Internacional pata la Reconstrucción y el Desarrollo, pese a haberse presupuestado inicialmente 300 millones, "por no haber cumplido con el requisito preceptivo de enviar al citado banco las certificaciones de gastos relativas a los proyectos financiados, a la vista de los cuales el banco va haciendo efectivos los fondos del préstamo.La única oxplicación obtenida en relación con este hecho es que la gran carga de trabajo no permitió cumplir con el requisito citado".
En el Cedeti no existen las más mínimas garantías de una contabilidad medianamente rigurosa (son libros de hojas sueltas, sin ningún requisito formal y en los que se han hecho múltiples correcciones), no existe registro de caja y bancos, ni inventario, ni registro de pagos "a justificar".
Al equipo auditor se le informó,al comenzar sus trabajos, que existían tres cuentas bancarias a nombre del Cedeti: una en el Banco de España y dos en la Caja de Ahorros de Madrid. "Una de estas últimas no se encontraba autorizada, por lo que se incumplía la ley de Régimen Jurídico de Entidades Estatales Autónomas y la ley General Presupuestaria".Cuentas bancarias sin autorización
Con todo, la importancia de este hecho es mínima ante lo que después descubrieron los auditores. En base a distintos documentos intercambiados entre el Cedeti y las empresas, tuvieron constancia de que debían existir algunas cuentas bancarias más, todas ellas sin autorización y a través de las cuales se admitieron ingresos o se efectuaron pagos del Cedeti hasta diciembre de 1982. Las cuentas detectadas por los auditores son cuatro: dos del Banco de Sabadell, otra de la Caja de Ahorros de Madrid y una del Banco Occidental. Pese a ello, sólo de una de las cuentas del Banco de Sabadell y de la del Banco Occidental se han podido conseguir extractos, del movimiento; en las otras dos, las entidades se negaron a facilitar datos "porque la titularidad de las mismas no corresponde al Cedeti".La del Banco de Sabadell que pudo conocerse es una cuenta a nombre de Juan Luengo Vallejo, Luis Gálvez Hernández y Víctor Reig García, abierta bajo la denominación Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial. Los titulares desempeñaron cargos de director general, director de promoción y secretario general del citado organismo, respectivamente, hasta diciembre de 1982; en esta cuenta del Sabadell se ingresaban las supuestas tasas por evaluación de proyectos.
A través de recibos se llegó a tener constancia de una cuenta abierta por los tres funcionarios citados en el Banco Occidental. Tras múltiples gestiones, y como en ésta sí figuraba el nombre del Cedeti, se supo que a 5 de abril de 1983 tenía saldo cero pesetas, que el primer asiento corresponde a 3 de mayo de 1979 (un ingreso de 35 millones) y que el saldo máximo de esta cuenta (283,6 millones) se alcanzó el 20 de enero de 1980. Durante la mayor parte del tiempo que estuvo abierta su saldo fue superior a los 100 millones. Se da la circunstancia de que son siempre mayores los saldos del Cedeti en la cuenta ¡legal del Occidental que en la oficial del Banco de España. Con respecto a una y otra cuenta, los auditores no han podido verificar partidas de ingresos Por 54,18 millones de pesetas.
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