El ex dirigente checoslovaco Pelikan advierte contra la manipulación política
"Son muy importantes las manifestaciones de la paz, siempre que no estén manipuladas en favor de uno de los bloques. Es un movimiento muy sincero, pero algo unilateral, porque no se puede ejercer la misma presión sobre los Gobiernos del Pacto de Varsovia". Así se expresa Jiri Pelikan, antiguo director de la Televisión de Checoslovaquia y uno de los dirigentes de la primavera de Praga, y hoy diputado en el Parlamento Europeo por los socialistas italianos."En Checoslovaquia, cierta personalidades han sido detenida y condenadas por haber intentado crear un movimiento independiente por la paz; asimismo, ha habido condenas en la Unión Soviética por haber creado un grupo por la reconciliación. Se ha creado cierta incomprensión porque nuestros amigos del Este consideran que aquí luchamos, sobre todo, contra los misiles, pero nos olvidamos que la lucha por la paz debe ligarse a la lucha por los derechos humanos. Por eso era tan importante facilitar esta reunión en Milán con representantes tanto del Este como del Oeste. Aquí tenemos representante de la Carta del 77 de Checoslovaquia, del grupo Diálogus de Hungría, de Solidaridad y del Comité por la Defensa Social (KOS) de Polonia... La reunión pone de relieve que existen diferencias de criterio y condiciones distintas, pero también una comprensión de todos de la necesidad de unir la lucha por la paz y la lucha por los derechos del hombre. No pretendemos crear un nuevo movimiento; nuestro objetivo es más modesto: publicar un boletín donde se recojan los documentos de los movimientos por la paz de los países del Este y preparar un nuevo encuentro como éste".
Pelikan cree que "no se puede comparar por su amplitud el movimiento por la paz en Occidente y en los países del Este. La Prensa ha informado de una. manifestación por la paz de 100.000 personas en Bucarest; estaba organizada por el Gobierno, pero no cabe duda de que incluso en esos actos oficiales se expresa también una auténtica voluntad de paz de los pueblos; todo el mundo odia y teme la guerra. Si Mitterrand quiso expresar de forma dramática el desequilibrio existente, al afirmar que los misiles están en el Este y los movimientos de paz en Occidente, nosotros queremos reforzar un auténtico movimiento por la paz en el Este".
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