Esposas golpeadas, violencia secreta
Casi 4.000 mujeres denunciaron malos tratos durante el verano en sólo 12 ciudades españolas
"Sentado, con la mano izquierda continuaba acariciándola los pechos ( ... ); con la mano derecha, de una funda sujeta a la pantorrilla de la pierna del mismo lado, extrajo una tijera, con la que propinó un primer pinchazo en el pecho de su esposa, y como quiera que ella lanzó un grito, con la mano izquierda la tapó la boca para evitar que fuera oída por alguna persona que pudiera encontrarse por los alrededores"."Una vez clavada la tijera, cambia la mano con que la empuñaba de posición, aprieta y la mueve hacia arriba y abajo; esto sin quitar la mano de la boca de la víctima. Quita la tijera y de nuevo da una segunda puñalada, aproximadamente en la misma zona, si bien en esta ocasión da al arma un movimiento giratorio".
De esta forma se describe en la declaración de Joaquín Fraile a la Guardia Civil el asesinato de su esposa, Dionisia Corrales. El matrimonio tenía dos hijos. Después de que Dionisia denunciara tres palizas consecutivas, el juez acordó la separación provisional de los cónyuges y que los hijos quedasen bajo la custodia de la madre.
El 6 de diciembre de 1980, Fraile fue al domicilio de su mujer y se ofreció a llevarla hasta su lugar de trabajo. Sin embargo, la condujo a un descampado cercano a Arganda, donde consiguió que Dionisia accediera a una relación carnal con él. Cuando ella se encontraba tumbada, la clavó la tijera y la mató. Al día siguiente denunció a su esposa por abandono de familia. El juzgado procesó a la fallecida e interesó su busca y captura. La custodia de los hijos pasó al marido. La familia de Dionisia denunció su desaparición, pero la denuncia fue archivada. El cadáver fue encontrado cuatro meses después, el 5 de abril de 1981.
El juicio por este caso tendrá lugar, el 23 de noviembre, en la Audiencia Provincial de Madrid. El Fiscal pide 29 años de reclusión para el procesado, y la acusación, 30 por delito de parricidio. Joaquín Fraile está en libertad provisional.
Ofreció a su mujer
A. C. L., de 29 año s, el 8 de julio de este año, ofreció 2.000 pesetas a los transeúntes de la calle del Almirante para que hicieran el amor con su esposa en el interior de un Land Rover. Un hombre de color aceptó; pero, al ver que el marido contemplaba la escena y se masturbaba, se cortó, devolvió el dinero y se marchó. El marido, furioso, la llevó a un descampado, donde la violó.Josefa A. F. denunció los hechos y el marido la amenazó de muerte si continuaba con la denuncia. El juez consideró que, al ser matrimonio, no se podía hablar de violación y archivó las diligencias.
La mujer inició la separación; al principio, de mutuo acuerdo, pero el 10 de agosto A. C. L. la dio tal paliza que tuvo que ser ingresada en la residencia sanitaria 12 de Octubre. El hospital denunció la agresión, pero Josefa, aterrada, dijo a la policía que las lesiones se las habían producido unos chicos que intentaron robarla.
El 16 de septiembre, la esperó en el portal de su casa y la propinó otra paliza, por la que estuvo ingresada dos días en el citado hospital. La policía tuvo conocimiento real de los hechos y, admitió la denuncia presentada, pero la calificó como falta y la envió a un juzgado de distrito sin intentar detener al agresor. Éste se encuentra en libertad provisional en las causas que se le siguen por atracos a varias gasolineras, con 39 años de petición fiscal, e intento de violación de dos niñas de 12 años en Torrejón de Ardoz.
Paliza en Nochebuena
"Tuvimos muchos problemas desde que nos casamos, aunque nunca pensé que llegara a los malos tratos", cuenta Rafaela P. "Fue un día de Nochebuena. Llevábamos ocho años casados y llegó, bebido, pasada la medianoche. Yo ya había acostado a los niños y le reproché que llegara tan tarde en esa noche. Me dijo que no era humana porque no sabía perdonar su debilidad y se fue a domir al coche. Yo fui a buscarle porque se iba a congelar. En el coche, me pegó la primera bofetada. Después subió a casa y el resto ocurrió en el dormitorio. Me dijo que me acostara, le dije que no, y entonces me pegó una paliza"."Durante tres o cuatro años se deterioraron las relaciones. Él tuvo problemas con la empresa y le despidieron. Bebía continuamente y los insultos y las broncas eran continuos".
"El 12 de septiembre de 1982, los niños habían ido al cine. Me pidió una agenda que tenía la niña y, al no poder dársela, dijo que iba a poner la casa patas arriba. Le dije que llamaría a la policía, y entonces me pegó en el ojo. Tuve una fuerte hemorragia, el tabique nasal roto y pérdida de visión. Los vecinos salieron, y uno de ellos puso una denuncia en la policía. Él puso otra denuncia que decía que yo también le había pegado. El juez nos hizo pagar a medias las costas del proceso y no le condenó. A partir de ahí dejé de creer en la justicia, esa balancita tan mona que está siempre equilibrada".
4.000 apaleadas
Éstos no son casos aislados. Sólo durante los meses del verano, y en 12 ciudades españolas (Barcelona, Bilbao, Granada, La Coruña, Madrid, Oviedo, Palma de Mallorca, Pamplona, Santa Cruz de Tenerife, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza), se registraron 3.977 denuncias de mujeres que habían sufrido malos tratos por parte de sus maridos. En estas ciudades se contabilizaron, en julio, 1.334 denuncias; en agosto, 1.289, y en septiembre, 1.354.Las ciudades en las que mayor número de denuncias se produce son Madrid, Barcelona, Sevilla y Valencia. También son numerosas en Santa Cruz de Tenerife y Granada.
Las cifras sobre este tipo de violencia son sólo indicativas, pues en gran parte de los casos las esposas no presentan la denuncia, bien sea porque desconocen sus derechos, bien porque consideran que es una parte de su intimidad que debe permanecer oculta, bien por el miedo a nuevos malos tratos del marido.
Hasta hace poco tiempo, en las comisarías trataban de disuadir a las mujeres para que no presentaran denuncias contra sus esposos. Entre las razones aducidas, según cuentan algunas de las golpeadas, figuran: "son cosas de familia", "va a ser lo mismo y mañana vas a tener que vivir con él", y otras similares.
Sin embargo, el director general de la policía envió, en la primavera de este año, instrucciones a los jefes superiores de policía para que éstos se interesaran en la protección del derecho de las mujeres a no estar sometidas a tratos inhumanos y degradantes. En estas instrucciones se recordaba la obligación de aceptar las denuncias que se presenten por este tipo de delitos y la necesidad de facilitar las pruebas, instrumentos y datos para que la autoridad judicial pueda conocer los hechos en todas sus circunstancias.
En la actualidad, el Ministerio del Interior tiene en proyecto la edición de un folleto divulgativo en el que se incluirá un resumen de las disposiciones legales que protegen a la mujer y varios epígrafes, como "abandono de familia", "malos tratos" o "la policía a su servicio", en los que se orienta a la mujer golpeada sobre la forma de hacer valer sus derechos.
Refugios para golpeadas
Consuelo Abril, abogada, miembro de la Comisión de Malos Tratos a la Mujer, explica que la comisión se creó ante el impresionante número de mujeres maltratadas que existe, especialmente en las zonas del extrarradio. "Los malos tratos físicos", añade, "son más frecuentes entre estratos sociales menos protegidos, y los malos tratos psíquicos, entre la! clases sociales más elevadas. En ciertos grupos, los malos tratos son considerados como un derecho del marido, y en otros los consideran una vergüenza que hay que ocultar".La comisión, que está patrocinada por la Asociación Pro Derechos Humanos con la colaboración del Instituto de la Mujer, está integrada por abogadas, psicólogas, sociólogas y asistentas sociales. Actualmente está en tratos con la Administración para conseguir una casa-refugio para mujeres maltratadas que acoja a aquellas esposas que tengan que salir del domicilio conyugal, incluso con los niños. En esta casa-refugio se proporcionará, además de la acogida, asistencia médica, jurídica y psicológica.
Refugios de este tipo existen ya por toda Europa, y en España lo que más se aproxima son los centros de salud de Parla y Fuenlabrada y el Centro de Información y Urgencias para la Mujer de Barcelona. La comisión pretende que las casas-refugio se extiendan por toda España.
Los centros de salud existentes están situados en la avenida de las Regiones, 22, de Fuenlabrada, y en la plaza de la Constitución, sin número, de Parla. En Barcelona, la mujer que desee consultar al Centro de Información y Urgencias para la Mujer deberá llamar al teléfono 242 54 03. En Madrid funciona el Centro de Información para la Mujer, dependiente del Instituto de la Mujer, que está instalado en la calle de Almagro, 28.
Cursos a policías
Consuelo Abril, informó también que el Ministerio del Interior ha admitido que letradas de la comisión instruyan a los policías en materia jurídica que tiene relación con la mujer, con incidencia especial en los temas relativos a los malos tratos. Esta instrucción tendrá una duración de tres meses y será de aplicación en el curso general de la formación de policías y en los cursos de reciclaje que éstos realicen.Por otra parte, la Comisión de Malos Tratos a la Mujer está recabando el historial de todas aquellas mujeres que hubieran sido maltratadas con el fin de elaborar una estadística destinada a la sensibilización de la opinión pública, y por medio de grupos de control realizar el seguimiento de los casos más significativos. La comisión pretende también promover los contactos entre mujeres maltratadas.
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