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Pablo García Fernández

Senador por Asturias, continúa trabajando de zapatero remendón

Pablo García Fernández, ex alcalde del concejo de Laviana y senador por la comunidad autónoma del Principado de Asturias, considerado como uno de los históricos del PSOE regional, no quiere renunciar a su trabajo cotidiano como zapatero remendón. "Aunque mis obligaciones en el Senado me quiten mucho tiempo, estoy dispuesto a abrir la zapatería una vez a la semana", asegura.

Su zapatería de Barredos, en el concejo de Laviaña, fue escuela de socialistas en los años de la clandestinidad. Por allí pasaron actuales dirigentes como Felipe González, Alfonso Guerra y, Nicolás Redondo. "El presidente y el vicepresidente del Gobierno estuvieron aquí acompañados de sus mujeres. Carmen Romero estaba embarazada de seis meses de su segundo hijo. Con el paso del tiempo se llegó a decir que había dado a luz en mi casa".La designación de Pablo García como senador por la comunidad autónoma produjo satisfacción en todos los partidos. Isidro Fernández Rozada, presidente de AP de Asturias, el otro senador designado, tuvo para él frases elogiosas. Pedro de Silva, presidente del principado, no pudo evitar elogiar el significado del político zapatero, su carácter humano y su entrega al partido.

El nuevo senador socialista vivió en la toma de posesión momentos de gran emoción, a la que sólo pudo contestar con un "gracias, de verdad". En esa misma ocasión, su compañero de partido, que fuera senador en la primera legislatura sin renunciar a su trabajo en la mina, Avelino Pérez, le hizo ponerse corbata por primera vez en su vida.

"Nunca se me ha pasado por la imaginación", dice el senador, "dejar la zapatería de Laviana, aunque he tenido muchas oportunidades para ocupar puestos mejores. Pero es que la zapatería me permite estar en contacto directo con la gente y conocer sus inquietudes".

La zapatería de Pablo García, o Paulino, como le llaman sus amigos, es pequeña, pero lo suficiente para que en una de las paredes cuelgue una gran fotografía de Pablo Iglesias, su ídolo político. Durante estos últimos días, numerosos amigos y vecinos se dan cita en la zapatería para interesarse por el nuevo horario del zapatero remendón. "No protestan por los cierres, pues en su mayoría comprenden las obligaciones que tengo"

Sus clientes están acostumbrados a ello. No en vano fue, durante las primeras corporaciones democráticas, alcalde de Laviana, "tal y como me pronosticó Nicolás Redondo en una de las visitas que me hizo en los años setenta". Fue dura esta etapa, porque me encontré un ayuntamiento económicamente hundido. Eso me cansó mucho y preferí no presentarme a la reelección. En un sistema democrático, los cargos públicos deben tener la cabeza despejada, y yo no la tenía".

Pablo García considera que se interesó por la política desde siempre. "Mi familia fue socialista de toda la vida". Durante su militancia activa en la clandestinidad fue secretario de prensa del PSOE, a nivel regional y nacional. Estima que su permanencia en las filas socialistas y en la UGT no es visceral: "Estoy en estas organizaciones porque es necesario que los trabajadores actúen en equipo para lograr sus objetivos".

Pero Pablo García no sólo asegura que seguirá en la zapatería, sino que, además, intentará compaginar sus actividades para poder cumplir su compromiso de potenciar la peña de bolos de Barredos, de la que fue fundador.

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