Sendero Luminoso llama a la huelga general y al boicoteo de los comicios locales en Perú

La guerrilla maoísta peruana Sendero Luminoso comenzó ayer la distribución de octavillas en el Departamento de Ayacucho en las que hace un llamamiento a la huelga general para los próximos días 11, 12 y 13 y pide a la población que boicotee las elecciones municipales que se celebrarán en Perú el próximo domingo. Estos comicios, a pesar de su carácter local, supondrán una difícil prueba para la política del Gobierno.

Las autoridades peruanas temen una intensificación de las acciones guerrilleras y señalan que los servicios de inteligencia han detectado que Sendero Luminoso -prepara un golpe espectacular para el día de las votaciones, el domingo 13.Para tratar de garantizar el desarrollo de los, comicios, especialmente en la región de Ayacucho -donde opera fundamentalmente Sendero Luminoso-, el ministro del Interior, Luis Percovich, ha anunciado la puesta en marcha de un amplio dispositivo de seguridad, en el que participan las fuerzas armadas.

El ministro del Interior precisó, sin embargo, que "las medidas de seguridad no iban a ser tan radicales como para declarar el estado de emergencia.

Precisamente ayer, un batallón del Ejéricto enviado a Pichari (Departamento de Ayacucho) para proteger los colegios electorales fue objeto de una emboscada por parte de gu'errilleros de Sendero Luminoso. En el enfrentamiento resultaron muertos un capitán y un soldado.

A este factor de tensión desencadenado por la guerrilla maoísta ha venido a sumarse una creciente agitación estudiantil, que si en sus orígenes era meramente académica, ha terminado derivando hacia posturas abiertamente antigubernamentales, con violentos enfrentamientos en las principales ciudades peruanas. Sólo en Lima fueron detenidos 600 estudiantes.

Además, Perú sufre una grave crisis económica, sin que las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI) hayan contribuido a paliarla, mientras aumenta la carestía de la vida y el desempleo y se suceden las huelgas para forzar aumentos de salarios.

Todos esos factores han contribuido, por otro lado, a aumentar la virulencia con que se está desaorollando la campaña electoral, en la que menudean los enfrentamientos, a veces violentos, entre los partidos que concurren a los comicios.

Las elecciones muncipales del día 13 van, pues, a suponer un doble reto para el Gobierno: mantener su hegemonía política y afrontar la escalada guerrillera.

En el plano político, la coalición gubernamental, formada por el partido Acción Popular (AP), del presidente Fernando Belaúnde, y el Partido Popular Cristiano, puede verse amenazada si se consolida el pacto electoral entre la Alianza Popular para la Revolución Americana (APRA) y la Izquierda Unida, que agrupa a seis partidos marxistas.