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El Instituto de Crédito Oficial emitirá 50.000 millones de pesetas en pagarés asegurados por bancos y cajas de ahorro

El Instituto de Crédito Oficial (ICO) está a punto de cerrar un acuerdo con bancos y cajas de ahorro para sacar al mercado 50.000 millones de pesetas en forma de pagarés a seis años de amortización, para hacer frente a las necesidades extraordinarias de financiación derivadas de las inundaciones ocurridas a finales del pasado mes de agosto en el País Vasco. La Dirección General del Tesoro, que está llevando a cabo las negociaciones con las instituciones financieras, está decidida a apostar por una reducción generalizada en los tipos de interés.

La Administración decidió, con motivo de las inundaciones del País Vasco, conceder créditos subvencionados para la reconstrucción de los daños causados, y para ello decidió que el Instituto de Crédito Oficial obtuviera los recursos necesarios con los que hacer frente a las peticiones de créditos. El ICO formalizó con las cajas de ahorro vascas un primer acuerdo por un importe de 12.500 millones de pesetas a seis años de amortización, con dos de carencia y un tipo de interés del 15%. Las cajas vascas, dentro del acuerdo, se, comprometían a correr con el 15% del riesgo total de los 12.500 millones para hacer frente a los posibles morosos y fallidos.La Dirección General del Tesoro ha mantenido conversaciones con la banca privada y las demás cajas de ahorro para materializar otro acuerdo que permita obtener el resto de recursos que se espera tenga que movilizar el ICO. Se trata de obtener otros 50.000 millones ele pesetas. Raimundo Ortega, director general del Tesoro y Política Financiera, considera prácticamente cerrado el acuerdo aunque quedan algunos flecos todavía, sobre .todo en lo que se refiere al calendario de disponibilidad de los 50.000 millones de pesetas, a la posibilidad de que los pagarés sean recolocados entre el público por parte de los bancos y cajas de ahorro y al posible establecimiento de una cláusula de amortización anticipada.

El acuerdo de principio alcanzado fija en seis años la amortización de los 50,000 millones de pesetas, con dos de carencia y un tipo de interés que debe situarse entre el 14% y el 14,5%, ya que en esta ocasión no se contempla la posibilidad de que los bancos y cajas de ahorro corran con una parte del riesgo como en el acuerdo negociado entre el ICO y las cajas de ahorro vascas.

Reducción del precio del dinero

Ello debe reflejarse en una reducción del tipo de interés al que saldrán los pagarés del ICO, lo mismo que está ocurriendo en el ajuste a la baja en el precio de los certificados de regulación monetaria que se está operando en las subastas que tienen lugar. La opinión de la Administración es que a lo largo del año próximo el Estado tendrá que pagar menos por los recursos que necesite para financiar el déficit del sector público, tratando de lograr que el mercado reconozca que su riesgo es el mejor y que por ello debe tener mejores condiciones de financiación que el resto.La creencia de que el precio del dinero tiene que tender a rebajarse si se cumplen los objetivos de política económica y monetaria del Gobierno ha hecho que la Dirección General del Tesoro plantee en las conversaciones mantenidas la posibilidad de proceder a una revisión del tipo de interés, una vez transcurridos los dos primeros años de vigencia del acuerdo, e incluso la posibilidad de que se amortice una parte de la emisión o su totalidad anticipadamente si las necesidades financieras del Estado así lo permitieran. En principio está previsto que la amortización tenga un ritmo anual del 20%, aunque la fórmula según esto estaría abierta a posibles modificaciones. La posible revisión del tipo interés, una vez transcurridos los dos años de carencia, se realizaría en función de la evolución del mercado y tendría como referencia el precio alcanzado por emisiones de similares características.

Salida al mercado

Los responsables de la Dirección General del Tesoro, a cambio de poder revisar los tipos y los plazos, parecen dispuestos a considerar la posibilidad de que los pagarés del ICO puedan ser colocados por bancos y cajas de ahorro entre el público y, sobre todo, a estudiar un calendario para la entrega de los 50.000 millones de pesetas por parte de las instituciones financieras, ya que parece claro que no se van a necesitar todos estos recursos al mismo tiempo. De esta forma se evitan posibles problemas de tesorería que podrían tener algunos de los bancos y cajas de ahorro firmantes del acuerdo.Las razones aducidas por parte de la Dirección General del Tesoro para admitir aportaciones aplazadas de los 50.000 millones de pesetas, en función de las necesidades que se vayan presentando a partir de las peticiones que se reciban para la concesión de créditos subvencionados, se centran en que la Administración está solicitando el concurso de las entidades financieras para varios convenios y acuerdos al tiempo, y ello puede provocar distorsiones importantes en los niveles de tesorería.

Lo mismo se intenta con la posibilidad de que cada banco o caja de ahorros pueda intentar colocar entre sus clientes los pagarés que tendrán que suscribir cada uno. Hasta ahora, cuando se alcanzaban convenios entre la Administración y la banca y las cajas, estas instituciones tenían que proporcionar los recursos comprometidos de sus depósitos captados. Con el acuerdo que ahora firmará el ICO se abre la posibilidad de que se limiten simplemente a adelantarlos y que sea en definitiva el público quien proporcione el dinero necesario. Con ello los bancos y cajas vuelven a intentar convertirse otra vez en puros intermediarios financieros entre el ahorro privado y el sector público que necesita fondos para financiar determinadas actuaciones puntuales.

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