La Junta de Jefes ya no será órgano de mando militar, sino un consejo asesor del Gobierno
La Junta de Jefes de Estado Mayor (JUJEM) será simplemente un "órgano asesor" del Gobierno -y no un órgano de mando como en la actualidad-, una vez que las Cortes aprueben la reforma de la ley orgánica de Criterios Básicos de la Defensa aprobada en el último Consejo de Ministros. De esta manera se dará un importante paso para definir legalmente, sin duda alguna de interpretación, que las Fuerzas Armadas están a las órdenes del Gobierno. Con ello, el Ejecutivo acomete el paso más decisivo dado hasta ahora para reformar la estructura militar.
La actual ley, en su artículo 11, apartado 1, define a la JUJEM como "órgano colegiado superior de la cadena de mando militar de los tres Ejércitos", es decir, como un órgano colegiado de mando. Sin embargo, pasará a ser un órgano de asesoramiento si las Cortes aprueban la reforma acordada por el Consejo de Ministros. La autoridad, el mando de las Fuerzas Armadas, será ostentada por el Gobierno, según el proyecto, a través del propio presidente del Ejecutivo, quien asume la dirección de la Política de Defensa y puede delegar su autoridad en el ministro de Defensa.Esta una de las principales innovaciones de la reforma aprobada por el Gabinete, que, según expertos, ha pretendido zanjar definitivamente la tesis mantenida por determinados jefes militares según la cual una cosa es la cadena de mando -que, tras la propia JUJEM, culminaba en el Rey, como jefe supremo de las Fuerzas Armadas- y otra diferente la autoridad política. Esta teoría, más conocida como la del poder autónomo militar frente al civil, estaba basa da en algunos casos en interpretaciones de textos legales ambiguos.
Un jefe, colaborador del ministro
De otro lado, la actual JUJEM d etenta ese carácter de mando sobre las Fuerzas Armadas, pero sólo colegiadamente. Los jefes de los estados mayores son, y seguirán siendo tras la reforma, la cúspide de mando de cada uno de los tres ejércitos. A su vez, en unión del presidente de la Junta de Jefes, tienen ahora el mando colegiado de las Fuerzas Armadas. Por tanto, la figura de presidente de la Junta no cuenta actualmente apenas con peso específico si no es en unión de los otros miembros de la Junta.Sin embargo, con la reforma propuesta el presidente de la Junta, que pasará a denominarse jefe del Estado Mayor de la Defensa, se integrará en la estructura orgánica y administrativa del Ministerio de Defensa y se convertirá en el principal colaborador del ministro. De esta manera, el presidente de la JUJEM -que en algún momento, como figura más representativa del órgano colegiado, podía ahora mantener algunas fricciones por competencias no definidas claramente con el ministro de Defensa- pasará a ser el hombre más próximo al titular del departamento y tendrá peso específico por sí mismo a la hora de elevar al ministro los planes y propuestas que discuta con los jefes de los estados mayores de los ejércitos. Por tanto, las decisiones ya no tendrán que ser colegiadas.
Según los escasos datos avanzados sobre el contenido del proyecto, la jefatura del Estado Mayor de la Defensa no supondrá un cargo operativo, es decir, su titular no será el comandante jefe de los ejércitos ni tendrá mando directo sobre tropas, salvo en caso de conflicto bélico. Sin embargo, en algunos sectores se ha puesto de relieve el peligro de que el jefe del Estado Mayor de la Defensa se convierta en un líder o caudillo de las Fuerzas Armadas, figura que el propio general Franco trató siempre de impedir.
Inexplicada celeridad
Respecto de las razones por las que el Gobierno decidió inesperadamente acometer esta reforma, ninguna de las fuentes consultadas, ni militares ni civiles, explicaron ayer o anteayer los motivos de esta acelerada decisión. Una cualificada fuente militar dijo que quizá es un momento político oportuno para "dar un empujón a los retrasados proyectos del departamento". Por su parte, las habituales fuentes oficiales del Ministerio de Defensa no han ofrecido explicación alguna sobre dicha celeridad. Las líneas básicas del proyecto ya habían sido estudiadas por el ministro durante el pasado verano, extremo que ya trascendió entonces a los medios de comunicación.
Texto legal reformado
Sin embargo, hasta sólo 48 horas antes del Consejo de Ministros no se sabía, ni siquiera entre los altos cargos del propio Ministerio de Defensa, que la reforma sería estudiada por el Gobierno. De hecho, los técnicos que elaboraron el proyecto de reforma se pusieron a trabajar aceleradamente sobre el mismo el pasado lunes.La reforma se referirá fundamentalmente al título I de la actual ley, denonimado De los órganos superiores de la defensa nacional, que comprende nueve artículos.
En síntesis, el contenido de los artículos es el siguiente: corresponde al Rey el mando supremo de las Fuerzas Armadas (no sufre modificación); corresponde al Gobierno dirigir la administración militar; "el presidente del Gobier no dirige y coordina la acción del mismo en materia de defensa"; corresponde al ministro de Defensa, que "dispondrá" de la JUJEM y otros órganos de tipo administrativo, la ordenación y coordinación inmediatas de la políticade defensa y la ejecución de la política militar correspondiente; la JUJEM "órgano colegiado superior de la cadena de mando militar", "está encuadrada orgánicamente en el Ministerio de Defensa y depende del presidente del Gobierno, quien ejerce su autoridad a través del ministro de Defensa; es competencia de la JUJEM prestar asesoramiento en la elaboración de la política militar y proponer, para su aprobación por el Gobierno, el Plan Estratégico Conjunto. Según estiman expertos militares, quien realmente saldrá fortalecido orgánica y funcionalmente con la reforma será el propio ministro de Defensa, ya que las innovaciones previstas concretarán su carácter de autoridad y mando sobre las Fuerzas Armadas, por delegación del Gobierno, a la vez que facilitará sus posibilidades de decidir que afectan a la política militar, que aún está por hacerse. Hay que añadir que la reforma es un paso fundamental para la creacíón de un auténtico Ministerio de Defensa, poniendo fin a la situación actual en la que, de hecho, existen tantos ministerios como ejércitos.
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